El deterioro causado por la sequía en todo el país genera un impacto mucho más amplio de lo que comúnmente se piensa. Un nuevo pico de contaminación en la cuenca Salí-Dulce sería uno de los efectos de esta crisis. Así lo advirtió un integrante del equipo técnico del Comité a cargo de dicha cuenca después del último seguimiento realizado durante la semana pasada. Aseguran que el agua de los ríos no es suficiente para limpiar el contenido de algas que hay en el embalse de Río Hondo. “No está entrando la cantidad de agua que necesitaríamos para que se limpie todo, porque todavía en las proximidades al centro hay muchas algas”, explicó el ingeniero Juan Carlos Targa, secretario de Medio Ambiente de la provincia al diario El Liberal. “No hay un florecimiento como el que hubo cuando se produjo las última mancha, pero sí hay mucha – agregó – entonces un cambio de PH del agua por una lluvia o algún movimiento puede romper el equilibrio y puede darnos todavía algún dolor de cabeza”.
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