Como en casi todas las temporadas veraniegas, la falta de agua domiciliaria o de suficiente presión en las cañerías vuelve en este enero a constituirse en un flagelo para miles de pobladores de nuestra región, en una situación realmente afligente que se presenta en lugares dispares y apartados de nuestro distrito, de Ensenada y de Berisso, aún cuando la escasez se está haciendo sentir también en distintas zonas del sur del Gran Buenos Aires, como Bernal y Lomas de Zamora.
En el caso de nuestra región, la carencia se registró casi en forma simultánea con la llegada de las altas temperaturas, a principios del mes de diciembre pasado y, en mayor o menor medida, se mantiene hasta el presente.
Por cierto, es casi seguro que, lamentablemente, se proyecte durante todo el curso de verano, ya que los motivos de las deficiencias del servicio -de sobra se sabe- son estructurales y requieren la realización de obras de envergadura, desde hace mucho prometidas y hasta ahora no concretadas. No obstante, en estos tiempos varios reclamos están también vinculados con los tendidos de redes ya efectuados pero inconclusos porque no se realizan las conexiones domiciliarias o falta un último detalle.
En estos días fueron vecinos de La Granja los que decidieron cortar el tránsito para reclamar, entre otras razones, por la falta de agua en sus domicilios, tal como lo reflejó una nota publicada en este diario. Los reclamos vienen acompañados de otra suerte de leit motiv, en el sentido de que casi nunca -y, en esta oportunidad, tampoco- obtienen respuesta alguna por parte de la empresa a cargo del servicio y de los funcionarios responsables.
En tal sentido, quedó establecido que los frentistas ni siquiera son informados de la evolución de algunas obras en curso y, tampoco, de los plazos estimados para la plena rehabilitación del suministro, en situaciones que crean también incertidumbre acerca de si los distintos barrios se verán o no beneficiados por los trabajos, ya que no se les ofrecen precisiones acerca de si sus respectivas zonas están o no incluidas en los pliegos, según reclaman.
En lo que va del año las quejas por falta de agua o de presión suficiente se registraron también en El Peligro, El Carmen, La Loma, Parque San Martín, Altos de San Lorenzo, Villa Elvira, Los Hornos, Villa Castells, entre muchos otros barrios de nuestro distrito y también en los cascos céntricos de Berisso y Ensenada, así como en las periferias de estas ciudades limítrofes.
Frente a la explicación ofrecida desde hace mucho, en el sentido de que la carencia obedece al crecimiento del consumo, se ha dicho en forma reiterada que las jornadas de calor, propias de cada verano, se presentan normalmente de acuerdo al ciclo natural de las estaciones y que, por consiguiente, es razonable señalar que las empresas debieran haber adoptado desde hace tiempo las medidas estructurales que, a todas luces, hacen falta para absorber las oscilaciones de la demanda.
Tampoco es lógico que se intente explicar a los vecinos que la culpa de las fallas del suministro de agua obedecen a los problemas de otro servicio, en este caso a los cortes de energía eléctrica. La única respuesta aceptable -es decir, la única solución- que merecen los vecinos es que se les brinde, de una vez por todas, un suministro confiable, suficiente y sin interrupciones |
|
|