El Gobierno siguió puliendo ayer los anuncios que hará esta semana. Uno de ellos estará referido a la cuestión financiera, con la difusión de los resultados del canje de Préstamos Garantizados que vencían este año por bonos a un lustro. Pero las medidas más resonantes en términos políticos y económicos serán las orientadas al sector rural. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner dará a conocer una serie de estímulos fiscales, financieros y de auxilio directo para los productores agropecuarios afectados por la sequía. Será un intento de descomprimir la tensión con los ruralistas que padecen la adversidad climática. Sin embargo, el Gobierno no guarda demasiadas expectativas de la respuesta de la Mesa de Enlace, a la que visualiza en una cruzada política, más allá de las cuestiones sectoriales.
El presidente de Federación Agraria, Eduardo Buzzi, empezó ayer a marcar la cancha. Dijo que los anuncios serán insuficientes si no incluyen una eliminación de las retenciones a las exportaciones para los productores “más chicos” y una “modificación general” de las cargas para los demás. “Son tiempos donde el Estado deberá volcar recursos para poner al productor de pie, para que pueda mantener su hacienda, no se vea obligado a liquidar, y que pueda sembrar. Esto es lo que hace falta”, reclamó el dirigente.
Por lo que trascendió hasta el momento, la Presidenta ordenaría el otorgamiento de ayuda directa a los productores afectados por la sequía –a través de subsidios y compensaciones–, asistencia crediticia y la ampliación del programa de forraje para el ganado de zonas con sequía. Algunos no descartan que pueda establecerse una suspensión de la aplicación de retenciones a determinados granos, como el maíz.
Productores ganaderos de Chovet –localidad que se encuentra a 100 kilómetros de Rosario– le enviaron una carta a Cristina para demandarle medidas urgentes. Lleva la firma de Luis Moreno, titular del Grupo Ganadero Carnes Santafesinas Chovet. Allí dice, en tono dramático, que “el tiempo que se consume tiene olor a muerte”. “Señora, todos los tiempos están agotados, hay que actuar ya, porque el tiempo que se consume tiene olor a muerte, muerte de los animales y muerte de la esperanza de la gente.” Luego describe un escenario caótico por “la crisis financiera internacional, la sequía, el cierre de las exportaciones cárnicas y el límite de peso de faena”. Finalmente, la nota admite que el Gobierno “no puede solucionar la crisis internacional y tampoco resolver temas de la naturaleza”, pero “en sus manos está no sólo ordenar la reapertura de las exportaciones cárnicas y la liberación de los límites de faena; está también la decisión de atender la emergencia provocada por la brutal sequía que azota diversas regiones del interior, que mata de hambre y de sed a los animales”.
A esos reclamos, Buzzi agregó el de las retenciones. “Dado el reacomodamiento de los precios internacionales, claramente hay que modificarlas en general”, insistió, levantando no sólo la bandera de los pequeños productores, sino también de los grandes, nuevos socios de Federación Agraria representados por la Sociedad Rural.