Mientras en Misiones termina de definirse el lugar para las cuatro nuevas perforaciones del Acuífero Guaraní, esta semana finalizará la primera etapa del proyecto internacional destinado a evaluar la adecuada explotación de esta importante reservar de agua por parte de los cuatro países.
La primera etapa del Programa Acuífero Guaraní (PAG) que insumió U$S 26 millones, de los cuales la mitad corresponde al Banco Mundial, concluirá el 31 de enero. Los gobiernos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, acordaron reeditar la ejecución del Pag, por medio del que contratarán equipos técnicos y comprarán maquinaria para explorar y gestionar de manera compartida las enormes reservas de agua dulce bajo los cuatro países.
Según estudios realizados por equipos técnicos de los cuatro países, la extensión del Acuífero Guaraní es de 1,2 millones de kilómetros. Brasil tiene más de la mitad, 840 mil kilómetros. De acuerdo al plan trazado, Uruguay será el responsable de la administración de la sede del programa y Brasil y Argentina invertirán U$S 90.000 cada uno para contratar equipo técnico.
De acuerdo al Programa en la segunda etapa está previsto contratar equipos técnicos y comprar maquinaria para explorar y gestionar de manera compartida las enormes reservas de agua dulce bajo los cuatro países.
Uruguay será el responsable de la administración de la sede del programa y Brasil y Argentina invertirán US$ 90.000 cada uno para contratar equipo técnico.
El gobierno brasileño creará un comité de monitoreo; el argentino coordinará la información reunida en los estudios y el paraguayo deberá fusionar las experiencias de exploración del acuífero en los cuatro países.
Proyecto piloto
El primer proyecto piloto que sucederá en Argentina tendrá lugar en Concordia, Entre Ríos. En paralelo, en el Salto de Uruguay se estudiarán aguas termales; en Itapúa, Paraguay, el impacto de la agricultura sobre el acuífero, y en Ribeirão Preto, interior de Sao Paulo, el uso intensivo del agua del acuífero para abastecimiento público e industrial. El país que más utiliza el recurso es Brasil, que abastece con él a entre 300 y 500 ciudades. Le siguen Paraguay con 200 pozos de perforación para uso humano, y Uruguay con 135, algunos de ellos destinados a la explotación termal.
En la Argentina sólo existen 5 perforaciones termales de agua dulce y una de agua salada, ubicadas en el sector oriental de la provincia de Entre Ríos, y a su oeste se alumbra sólo agua salada termal.
En Misiones
En Misiones, según el director de Recursos Vitales del Ministerio de Ecología de Misiones, Juan Stakievich, existen tres perforaciones realizadas en el 2008: una en Oberá, otra en Posadas y una tercera en Cerro Azul. Están planificados otros cuatro pozos, en lugares que todavía no terminaron de definirse, y un quinto está paralizado en Eldorado desde principio de 2008.
Eldorado con la obra paralizada
En Eldorado, la perforación del Acuífero Guaraní se encuentra paralizada desde principios del año pasado. Los asesores legales no pudieron avanzar en la elaboración de un nuevo acuerdo con los propietarios de la firma Consultaría Tecnología y Saneamiento Limitada (CTS), encargadas de la perforación que diera inicio en junio del 2005 y luego se resolvió la contratación de la CTS. Antes de comenzar la obra hubo fuerte advertencias de los socios ante la posibilidad que fracasara el proyecto que a la fecha está paralizada. La perforación tiene por objetivo dotar y asegurar de agua potable a gran parte de la comunidad. Una de las cuestiones más difíciles de resolver para los consejeros, es si aceptan desmontar las estructuras (foto) para extraer los elementos aprisionados o buscar otra forma y no mover la torre que no cuenta con mecanismos hidráulicos.
La reserva de agua dulce más grande
La Organización de Naciones Unidas estima que la cuarta parte de la población mundial carece de agua potable salubre y esta proporción se duplicará dentro de veinte años. Del total de los recursos hídricos del planeta, el agua dulce solamente representa el 3%. Según el Consejo Mundial del Agua, con el ritmo actual de inversiones hídricas públicas y privadas, el acceso al mencionado recurso no podrá garantizarse sino hasta el año 2050 en África, 2025 en Asia y 2040 en América Latina y el Caribe.
Mediante un trabajo de investigación, la doctora Virginia María Chiesa y el licenciado Eduardo Rivas, concluyen que la crisis del agua es resultante “del creciente aumento demográfico, de la contaminación, de la utilización irracional del agua y de la privatización de la explotación de nuestros recursos hídricos”. Advierten que el agua dulce es uno de los recursos naturales no renovables más preciados, por lo tanto de su adecuado suministro y gestión dependen la agricultura, la ganadería, la salud y alimentación de las personas, los ecosistemas, la industria, la energía, el mantenimiento de la paz y la estabilidad social.
Añaden que “ningún país podrá ser económica o socialmente estable sin una provisión de agua segura”. Destacan en su estudio que el Acuífero Guaraní es una de las reservas de agua dulce más grandes del planeta y goza de una capacidad para abastecer a la población mundial aproximadamente por doscientos años. Esta cuenca descansa en el subsuelo de Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina, países signatarios del Tratado de Asunción del 26 de marzo de 1991 que dio lugar al Mercosur y se aloja en formaciones geológicas que tienen entre 200 y 132 millones de años, época en que aún África y Sudamérica estaban unidas. La Pag, sostiene que el Acuífero será preservado de la contaminación y gestionado sobre la base de criterios de uso racional, equitativo y sostenible.
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