La Comuna estudia colocar medidores de consumo de agua en las casas con pileta de natación o –si por alguna razón no es posible instalar el aparato- analiza cobrar una “tasa diferencial” por servicios sanitarios a las viviendas que tengan piscina. En una primera aproximación, se prevé abarcar en el cobro medido o diferenciado a las piletas de más de 7.000 litros de capacidad. La medida se da en el marco del paquete de redefiniciones tendientes a lograr “equidad tributaria”, según explica oficialmente el Gobierno municipal, es decir que se le cobraría más al que tenga una casa de buena calidad y en zonas que gozan de todos los servicios, señalan.
Concretamente, las autoridades ya han finalizado la tarea de revaluar las propiedades, lo que repercutirá en las próximas boletas de Tasa General Inmobiliaria. Ahora, se estudian cambios en el cobro de la Tasa por Servicios Sanitarios, calculada también sobre el avalúo, pero se agregaría esta especificidad en el caso de la vivienda tenga pileta. Así lo informó en diálogo con EL DIARIO el arquitecto Tomás Arias, secretario de Planificación municipal, en ocasión de presentar los parámetros que se tuvieron en cuenta al momento de modificar los valores fiscales de los inmuebles.
En cuanto al cobro del agua para higiene y bebida de las personas, también es posible que haya cambios en la liquidación del consumo medido, puntualmente en el cupo de metros cúbicos de agua autorizados y considerados “no gravados”, por encima de los cuales se cobran los metros cúbicos “excedentes”.
POR SATÉLITE. Si bien algunas piletas estarían anotadas como mejora o figurarían dentro del plano de la casa al momento de inscribirla ante Catastro municipal, se estima que un gran número de piscinas no están declaradas. De este modo, lo primero sería realizar la “detección de las piletas a través de foto satelital”, con el fin de trabajar “no sólo con las casas que las tienen declaradas sino detectar piletas que se hayan construido recientemente y no estén declaradas”, explicó a su vez el subsecretario de Planificación, arquitecto Eduardo Loréfice. De este modo, no se haría un relevamiento general sino que se enviaría a los inspectores a verificar el volumen de la pileta sólo a las propiedades donde se haya detectado una de ellas. “Vamos a implementar la foto satelital, y (la identificación de piscinas) sería complementaria de otra serie de medidas que tienen que ver con las mejoras que se realizaron en las viviendas y que no están declaradas”, comentó. Aclaró que no se tendrán en cuenta todas las piletas para el cobro diferenciado, sino solo aquellas con un volumen de 7.000 litros o más, con lo cual no entrarían las piletas pequeñas de fibra de vidrio o plástico, que vienen prefabricadas, ni los piletines.
MEDIDORES. Para cobrar el agua con la que se llena la piscina, “si la persona tiene medidor, se controlará consumo de agua y de qué modo se paga; si no tiene medidor, se colocará medidor; y si se dificulta la instalación de medidor, se aplicará una tasa diferenciada”, puntualizó el arquitecto. Esto se relaciona con “la equidad en cuanto a que el agua es un servicio que presta el Municipio y no sólo tiene un costo sino que el recurso necesita ser cuidado: si se usa agua potable para la pileta, de alguna manera hay que abonar ese consumo”, reflexionó y recordó que “hemos tenido durante mucho tiempo problemas de agua”.
“Perseguimos la colocación del medidor. Nos parece más justo realizar la medición del consumo: la tasa diferencial se aplicaría en casos especiales, si por alguna razón no se puede colocar medidor o se dificulta la instalación”, dijo. “Empezaríamos por ahí. Como solución sería más justo: si se llena la pileta con agua de red, se debería cobrar esa agua, teniendo en cuenta que en algunas zonas la gente tiene dificultades para llenar tanques”, razonó el subsecretario.
En cuanto al pago del aparato, aún no se ha determinado si correrá por cuenta del Estado municipal o del vecino.
Ahora bien, para los inmuebles que se han excedido en su consumo no más de 20 metros cúbicos, se les cobra $1 peso por m3, y a los que pasen de los 20 m3, el resto del consumo gravado se liquida con una tarifa por m3 de $ 1,20. Lo que quiere revisar Hacienda es la adecuación del cupo asignado por superficie para controlar el “consumo descuidado”.
El dato
10 PORCIENTO
De las viviendas en Paraná tienen medidor. Pese a que el proyecto de la gestión sería colocar medidores en toda la ciudad, ante la situación de que la Comuna recauda en concepto de Tasa por Servicios Sanitarios la mitad de lo que se requiere para potabilizar el agua. El modo de costarlos sería el problema a solucionar pues cada medidor costaba el año pasado $ 250 y se precisaría alrededor de 60 mil medidores nuevos.
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