La temporada estival 2009 no empezó bien para el Parque Natural Laguna de Gómez. La sequía está dejando cada vez más playas en donde antes había agua. La falta de oxígeno provoca la muerte en masa primero de carpas, ahora de pejerreyes.
Y como si la inclemencia de la naturaleza fuera poco, la crisis económica también está haciendo mella, y los comerciantes aseguran que está es una de las peores temporadas en mucho tiempo.
“Ya decidimos tener cerrado durante la semana, y abrir solo los sábados y domingos”, aseguró Mónica Duran que posee el parador de Meoni, al final del camino costero.
Quizá la crisis económica sea la que más afectó la temporada. Más inclusive que la sequía y la mortandad de peces, porque el paisaje lagunero sigue siendo muy atractivo y las amplias playas salinas le dan un toque extra.
Pero para aquellos que apostaron comercialmente a la temporada en el Parque Natural el panorama no es el mejor.
“Estamos poniendo plata de nuestros otros negocios para mantener el parador abierto”, dijo Cristian García, un diseñador gráfico que apostó junto a un socio al Parador La Loma, uno de los más nuevos en el costero. Además aseguró que durante la semana el movimiento que se ve en la laguna es exiguo. Y que solo la situación se revierte un poco los sábados y domingos. “Pero igual la gente consume muy poco”, señaló García y agregó “se traen todo de la casa, y muchos llegan a la laguna cuando se deja de cobrar la entrada”.
Hace unos día el Secretario de Turismo y Deportes del Gobierno Local, Mauricio Mansilla, aseguraba que la entrada de vehículos al Parque Natural había disminuido en un 50 por ciento. Un dato que desnuda la cruda realidad que se está viviendo en el emblema turístico de la ciudad.
Claudia Meza, de la Proveeduría del Lago y del nuevo Resto-Bar del Club Náutico dijo que en comparación a otros años la actividad en el parque disminuyó mucho.
Peces muertos sobre el agua
El fin de semana pasado la imagen de miles de pejerreyes muertos sobre la costa salitrosa de la laguna, causó un gran impacto en la gente.
El Municipio trabajó con prontitud y limpió la zona, pero el mal olor persiste y muchos prefieren pasar el día alejados de la costa, a pesar de las altas temperaturas.
Durante la semana el biólogo Juan Argemi, de la Dirección Provincial de Pesca, recorrió junto al intendente interino, Roberto Bay, las costas del Parque Natural y tomó muestras del agua para constatar si está contaminada.
Además se realizará un análisis del impacto de la histórica sequía que atraviesa el país y que afectó profundamente el nivel de agua en la laguna.
Pero si las lluvias abundantes no llegan la situación en la laguna se agravará más, y los 70 centímetros de bajante se acentuaran aún más.
No son pocos los que creen que volverán a poder caminar sin problemas hasta el medio de la laguna, algo que no pasa desde la década del `60, cuando hasta se jugaban partidos de fútbol sobre el suelo seco.
“Más linda que nunca”
Sin embargo no son pocos los visitantes del Parque Natural que lo ven más lindo que nunca. Ideal para paseos románticos o para el juego de los más chicos.
“Está más tranquilo, no hay tanto ruido a motos y autos. Y es más fácil conseguir un buen lugar para tomar mate”, manifestó Jorge Bruno, que junto a su mujer disfrutaba de la sombra y de la brisa agradable ayer por la tarde.
Por su parte Adriana Domínguez, una turista capitalina que estaba disfrutando de su último día en Junín, señaló que estaba muy contenta de la semana que había pasado en la laguna.
“Acá la gente es muy atenta y el paisaje es muy lindo. La falta de agua no es muy importante, es más nos da más tranquilidad por los chicos, porque sabemos que pueden hacer 50 metros en la laguna, sin que el agua les llegue a la cintura”, dijo. “Para relajarse el lugar es ideal”.
Deportes náuticos y tragos
A pesar que la bajante dejó varados muchos botes y lanchas, los deportes náuticos se siguen practicando con asiduidad en las aguas de la laguna.
Windsurf y kitesurf son dos de los deportes náuticos que más adeptos tienen.
“A pesar de todo hay mucha gente que se acerca a la laguna y la ve muy linda”, aseguró Carlos Ramón del parador Jasón.
“Es más nos preguntan porque no hay más gente. Muchos de los que no viene se dejan llevar por los comentarios negativos, y se pierden de un paisaje único”, señaló su compañero de tareas, Claudio Serafino.
Falta de propuestas
La vista que se tiene desde el interior del nuevo Resto-Bar del Club Náutico es paradisíaca. Un viejo muelle de madera que se pierde en la inmensidad de la laguna, que en esa parte no hace notar su bajante.
Desde allí, Claudia Meza, la nueva concesionaria del lugar dialogó con La Verdad e hizo notar que a la Laguna de Gómez le faltan propuestas. Porque solo el atractivo natural no basta para atraer a los turistas.
“Hay que ofrecerle a los visitantes más alternativas para hacer en la laguna, porque muchas no hay. Son muchos los que se acercan ni bien llegan a la proveeduría preguntando donde hay una pileta”.
Dijo que esa es una de las principales falencias de la laguna, porque a pesar del espejo de agua, mucha gente busca un natatorio.
“Tampoco hay muchas ofertas para los más jóvenes. No se organizan actividades recreativas o culturales para atraerlos al parque”, señaló. “Es una lastima, porque le daría mucha más vida”.
También dijo que es notoria la falta de paradores y bares en la parte “vieja” de la laguna. “Hay muy pocas propuestas para los que vienen y buscan un lugar para tomar algo”.
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