Luego del informe aportado a La Mañana por la secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad de 25 de Mayo, consultamos ayer al doctor Rodolfo Pérez Azumendi sobre el control de calidad realizado al agua y nos confirmó que "bacteriológicamente el agua es potable y apta para consumo, porque no tiene bacterias que puedan transmitir enfermedades infecciosas. Pero puede tener arsénico u otro metal pesado que sólo se identifica con un análisis físico y químico, que no se ha realizado en mi laboratorio". Azumendi destacó que "para que el agua sea enteramente potable tiene que tener olor y sabor adecuado porque así lo establecen las normas de calidad".
El análisis que el Municipio le encomendó realizar a Azumendi, "no es el que le preocupa a la gente, porque bacteriológicamente el agua está bien. Acá se origina un inconveniente físico químico que aún no está resuelto", aseguró.
El profesional advirtió que "cuestionar un acuífero es una cuestión muy grave, porque afecta a una cantidad importante de población; al agua hay que brindarle una destacada importancia, y más cuando hay reclamos concretos sobre gustos extraños a los habituales".
El bioquímico manifestó que "la gente de la calle 7 y 34, 6 y 33 y 5 y 28, detectaron un buen día que de la canilla salía agua con gusto a gasoil, lo informaron a Obras Públicas y pararon la bomba de la Terminal de Ómnibus y la de la Plaza Sarmiento. Cuando eso ocurrió el olor cesó. Después de unos días habilitaron las bombas y se detectó que el gusto provenía del acuífero que está apostado en la Terminal, el cual estaría tomando gasoil desde las napas. Hoy la situación es idéntica a la de hace un mes atrás".
Si bien hoy no es una responsabilidad de la Dirección de Salud Pública, a cargo de la doctora Silvia Galarza, quizá en el involucrase en esta cuestión se logre que los funcionarios que sí tienen responsabilidad sobre el área, tomen conciencia sobre los riesgos que significaría la ingesta de metales o químicos para la comunidad.
|
|
|