Con reservas, una tibia aceptación y críticas a la falta de una solución integral para el campo, fue recibido por los máximos dirigentes agropecuarios el anuncio de la emergencia agropecuaria. "Esto pone blanco sobre negro lo que el matrimonio Kirchner piensa sobre el pequeño y mediano productor", señaló el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi. El dirigente de la FAA señaló que parte de las medidas constituye una "sanción para la FAA por luchar junto a los productores", en referencia a la eliminación de los aranceles de las cartas de porte
Desde otras de las patas de la mesa de enlace del agro, el presidente de CONINAGRO, Carlos Garetto, sostuvo que "no ha quedado claro a qué sectores se beneficiará con la medida". Y en sintonía con su colega de la FAA, Buzzi, reclamó que "a los productores hay que apoyarlos financieramente para que puedan encarar la próxima campaña de cosecha fina, la siembra de trigo, la cosecha de arveja".
Desde CONINAGRO también se reclamó la "estabilización de los mercados, mediante la reapertura de las exportaciones de carnes, granos y lácteos". Garetto explicó que esto le permitirá al hombre de campo "sostenerse en la actividad, percibiendo un buen precio". Y estimó que "más que una prórroga impositiva, que hoy es una presión muy fuerte, lo más importante sería eliminar las retenciones, que ya generan al productor una pérdida de sustentabilidad en su actividad. La solución tiene que ser integral, no sólo para la emergencia".
Para la Sociedad Rural, constituyó "un paso adelante", pero que no constituye "una respuesta definitiva al problema" del agro. Y señaló en un comunicado que la emergencia "constituye ni más ni menos que la aplicación de la legislación vigente. En este sentido, no se trata de ningún mecanismo excepcional respecto de lo que está previsto".
Santiago Rabasedas, vice de Confederaciones Rurales (CRA), dijo que ve "con agrado" la emergencia. "Ahora se necesitan créditos blandos, con un año de gracia, para reposición de capital de trabajo, porque fracasaron las cosechas de trigo, girasol, maíz y la soja va por ese rumbo. De qué vale la plata para cosechadoras si con lo poco que levantemos de la cosecha, no podremos pagar los insumos. Se necesita dinero fresco para pagar insumos y dentro de 180 días, en agosto, volver a sembrar girasol y maíz. Y otra forma de conseguir plata es abrir los mercados de carne y de leche al exterior".
Jorge Srodek, de Carbap, apuntó a cómo se estaban distribuyendo las ayudas a productores hasta ahora, "En la capital de la cebada,por ejemplo, que por la sequía no se podrá utilizar para malta, se repartía maiz, ¿Quién paga esos errores?, preguntó".
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