Cuando los principales bloques opositores comenzaban de a poco a organizarse para lanzar otra movida parlamentaria de la mano de los reclamos agropecuarios, el Gobierno sacudió el tablero y abortó las intenciones de Elisa Carrió, Gerardo Morales y compañía. Es que la líder de la Coalición Cívica y su par de la UCR esbozaron el fin de semana un pedido de sesión especial que tenían pensado presentar la semana próxima. En él, reclamarían que el Congreso sancione la Emergencia Agropecuaria Nacional, proyecto que paseó por el Parlamento en 2008 y luego quedó olvidado en algún cajón.
Si bien la jugada opositora no tenía destino seguro de éxito –ya que el Ejecutivo aún no definió si convocará a sesiones extraordinarias desde la segunda semana de febrero, como se preveía– radicales y cívicos la creyeron una buena excusa para calentar motores tras las vacaciones de verano y reencontrarse con los intereses agropecuarios, un sector con el que esperan trabar alianzas de cara a las legislativas de octubre.
Tras la firma del decreto 33/09, buscarán otra forma de mantener el tema en la vidriera.