A pesar de las altas temperaturas, los vecinos del Club Hípico, donde se encuentra la laguna Toro, no podrán refrescarse en ese espejo de agua por una orden municipal.
Un comunicado que circuló por diferentes medios de prensa locales, y que lleva la firma del Intendente y el Secretario de Gobierno, se solicita a la población que "se abstengan de asistir".
"El Departamento Ejecutivo informa a la población en general que el balneario de la laguna Toro no cuenta con habilitación municipal y que se han tomado muestras de agua por los hechos de público conocimiento, razón por la cual solicitamos se abstengan de asistir a dicho lugar hasta tanto se expida la misma", versa el informe que fue dado a conocer por las diferentes emisoras radiales.
Cabe recordar que el viernes último funcionarios asistieron al predio donde aparecieron peces muertos y se se labró un acta por el cerramiento de uno de los accesos a la laguna considerado por la autoridad municipal como calle. Además tomaron muestras del agua y enviaron a la Dirección de Recursos Naturales para su análisis y posterior dictamen.
Cabe recordar que por la mortandad de peces los ojos de la comunidad bellavistense están apuntando al empresario porteño Roberto Cantero, quien había solicitado la concesión del lugar para instalar un balneario. Las acusaciones estaban ligadas a la posibilidad de que el empresario hubiera arrojado algún veneno al agua para exterminar las palometas, dado que esta especie representa un peligro para los bañistas.
En este aspecto, el director de Recursos Naturales, Sergio Zajarevich, informó que es muy probable que la muerte se deba al envenenamiento, aunque prefirió aguardar a los resultados de las muestras de agua tomadas el viernes en el lugar. Asimismo, sostuvo que una vez que tengan los resultados, elevarán los informes al Municipio de Bella Vista para que éste proceda judicialmente, dado que escapa al alcance del Gobierno provincial.
Otro condimento que tendría esta situación es que el Municipio aún no había otorgado la concesión del lugar a Cantero, sino que la explotación aún se encontraba en trámite. A todo esto, el empresario se desligó totalmente del hecho y además de señalar que no arrojó veneno al agua, se mostró como el principal damnificado por el hecho.
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