El intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo, expresó el “reconocimiento” y la “tranquilidad” de su comunidad ante la “inmediata respuesta” del Gobierno nacional, que destinó técnicos y tecnología para tomar muestras de los “fuertes olores” que emanaron de la pastera Botnia, ubicada frente a sus costas sobre el río Uruguay.
“Quiero destacar el reconocimiento y la tranquilidad que sintió la comunidad de Gualeguaychú ante la inmediata respuesta del Gobierno nacional y provincial frente al lamentable episodio de olores que se sintieron ayer en toda la ciudad”, declaró el intendente Bahillo.
Por su parte, el gobernador provincial, Sergio Urribarri, reconoció que fue “extremadamente grave” la propagación de gases que afectaron a la ciudad entrerriana, que viene reclamando a través de una asamblea ambientalista por la erradicación de la planta, a la que consideran contaminante.
“No relativizamos en absoluto que haya olores nauseabundos y agresivos a la salud humana, es algo realmente muy grave y vamos a hacer lo que corresponda”, sostuvo Urribarri.
El gobernador entrerriano explicó que apenas recibió la noticia a través del intendente de Gualeguaychú, José Bahillo, se puso en contacto con el secretario de Ambiente de la Nación, Homero Bibiloni, quien “enseguida dispuso el envío de un equipo de monitoreo”.
En consecuencia, “si se obtienen elementos importantes, se presentará la protesta del caso al gobierno uruguayo para que tome las medidas”, afirmó Urribarri en declaraciones radiales, en alusión a los estudios del aire que se realizan en la zona.
Los técnicos de Ambiente que trabajan en la zona se sumaron a la labor de la Oficina de Vigilancia Ambiental que en los últimos días recabó centenares de denuncias de ciudadanos afectados por las emanaciones. Los reclamos están amparados por un protocolo legal, con entidad para ser incluidos como prueba en el litigio por contaminación radicado en el Tribunal Internacional de La Haya.
Por el lado de Botnia, voceros de la empresa reconocieron que las emanaciones de malos olores fueron provocadas por las chimeneas, puestas a funcionar luego de un proceso de acondicionamiento.
Oficialmente, el gobierno uruguayo afirmó que los malos olores percibidos el lunes en Gualeguaychú no tienen consecuencias sanitarias ni ambientales.
El ministro de Medio Ambiente uruguayo, Carlos Colace, explicó que “en una operación de mantenimiento de rutina se suscitó un error que generó una emanación de gas, percibiéndose mal olor. Este hecho no trajo ningún problema para la salud de las personas, ni consecuencias al medio ambiente”, consideró.
El incidente vino a potenciar la resistencia ambientalista, que prepara un nuevo desembarco porteño mañana para protestar contra Botnia y exigir su relocalización.
Según anticiparon, los asambleístas de Gualeguaychú tienen previsto concentrarse antes del mediodía en la avenida Nueve de Julio y Córdoba, donde iniciarán una marcha que incluirá escalas en la terminal de Buquebús –aunque no intentarán interrumpir el flujo de pasajeros–, en la Cancillería, en las embajadas de Uruguay y de Finlandia, y en la representación local de la Comunidad Europea.
Contra la versión difundida por el gobierno de Tabaré Vázquez, el asambleísta de Gualeguaychú y bioquímico Carlos Goldaracena aseguró que los gases provenientes de Botnia son “contaminantes porque alteran el bienestar o la manera de vida de la gente” y, por otro lado, el “olor viene del ácido sulfhídrico, que es tremendamente tóxico”.
El técnico alertó que “hemos tenido ya reiterados episodios de este tipo, pero no vaya a ser que tengamos que hablar un día de un escape de cloro y ahí vamos a tener que salir corriendo todos en Gualeguaychú”. Goldaracena también se lamentó porque “tiene que suceder un episodio de este tipo para que se den cuenta de que Botnia está contaminando”. |
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