La gravedad de la sequía que afecta a varias zonas del país ha provocado no sólo una caída en la producción de alimentos, sino también subas de hasta el 30 por ciento en los precios de algunos de ellos, como frutas y verduras.
En cambio, hasta el momento, los precios al consumidor de carne vacuna se mantienen estables, aunque bajaron a la mitad para el productor, mientras que los derivados del trigo y el maíz reflejan valores estables.
El presidente de la Cámara de Operadores Mayoristas Frutihortícolas del Mercado Central, Fabián Zeta, sostuvo que "si esto sigue así, todo va a valer más. Ahora está tranquilo, pero en un mes puede cambiar".
En las verdulerías de Capital Federal y Gran Buenos Aires, por caso, aseguran que los tomates y la lechuga registran aumentos de hasta el 30 por ciento, porque con la sequía cayó mucho la producción.
Dicen también que hay menos papas y más chicas, y pocas verduras de hoja verde.
Según publicó un matutino porteño, la presidenta de la Liga de Acción del Consumidor (Adelco), Ana María Luro, reconoció que cuando "hay menos producción" se "generan problemas. Siempre que falta un producto, aumentan los precios".
Pero aclaró que los valores todavía no se dispararon porque "hay menos gente que compra".
Por su parte, el presidente de la Cámara de Industria del Comercio de la Carne, Miguel Schiariti, comentó que "ante la imposibilidad de tener los animales en el campo, el productor vende a 400 pesos una vaca que costaba 800. Pero el minorista vende igual que antes, se apropia de la diferencia".