Durante la seguidilla de jornadas agobiantes, con temperaturas máximas cercanas a los 40 grados, registrada durante la penúltima semana de enero, el consumo de agua en esta ciudad fue de 350 metros cúbicos por hora, según admitió el profesor Osvaldo Tonietti, responsable de Obras Sanitarias.
"En esos días, los 16 pozos existentes trabajaron al máximo de su capacidad. La sequía se está sintiendo y lo comprobamos porque al monitorear el estado (de las perforaciones) notamos que hay sectores en los que las napas han disminuído", indicó el funcionario.
"Actualmente estamos construyendo un nuevo pozo, que en pocos días estará conectado a la red, ya que sólo falta la terminación de la obra civil; bajamos una bomba para hacer algunos ensayos, los rendimientos fueron buenos, y estimamos que podrá producir entre 40 y 45 metros cúbicos por hora", añadió.
Al hacer referencia a los altos picos de consumo en los días de más calor, Tonietti reconoció que con los citados parámetros es difícil mantener el nivel del tanque elevado.
Luego, dijo que hubo algunos reclamos de falta de agua o merma presión en el sector noroeste de la localidad, que históricamente es el que más sufre cuando se incrementa notoriamente el consumo.
"Estamos estudiando algunas alternativas para solucionar ese inconveniente; vamos a hacer un mapeo de presión en las zonas de mayores quejas y una de las opciones es aumentar la presión de algunas de las bombas más cercanas a dichos sitios", explicó.
"Este problema se origina por la ubicación del tanque elevado, que tendría que haberse instalado en una zona más alta. Estamos tratando de mantener el diagrama de presiones uniforme en toda la red de distribución para permitir que cuando se produzcan variaciones en la cantidad de agua que tenemos almacenada, no se originen mermas de presión", subrayó.
Tonietti indicó que la comuna realiza campañas de difusión acerca de la necesidad de no derrochar el líquido elemento.
"Concientizamos a la población para que riegue o llene piletas en los horarios indicados, especialmente de noche. Incluso, cuando comenzaron a bajar las temperaturas, hubo cuatro bombas apagadas --de un caudal bastante importante-- demostrando que si la gente colabora, no deberíamos tener inconvenientes de abastecimiento", añadió.
Sin gusto.
El director de Obras Sanitarias dorreguense descartó que el agua envasada que entrega la comuna tuviera gusto a cloro, como denunciaron públicamente algunos vecinos.
"Se trata de ozono, un gas que no es perjudicial para la salud. A raíz de las altas temperaturas de la época, se decidió aumentar un poco su concentración para que actúe como bactericida y como el bidón está tapado y sellado, puede que cambie un poco el sabor del agua", explicó.
"En estos casos, recomendamos pasar el líquido a otro recipiente para que se airee", completó el funcionario.
|
|
|