Con un presupuesto de 792 mil pesos, la licitación pública 1/09 convocó a 16 oferentes para la prestación del servicio de riego de calles de tierra: Alicia Guttlein, Orlando Heck, Pedro Peratta, Julio Domingo Otto, Pablo Bocoy, Juan José Martín Castaño, Walter Baierbach, Luciano Rodríguez, Orlando Groh, Franco Giordanella, Carlos Otto, Norma Laco, Naldo Vicens, Enrique Montes, Luis Junco y Víctor Weis.
Las propuestas serán evaluadas por una comisión de preadjudicación y posteriormente se adjudicarán las 12 zonas, quedando dos en manos de la comuna.
Actualmente, el servicio se presta con 12 camiones regadores contratados y cinco de la comuna para reforzar zonas especiales y las calles donde transitan los colectivos urbanos.
La licitación sólo contempla un plazo de seis, a partir del cual la Municipalidad impondrá un sistema de control y monitoreo mediante GPS, lo que permitirá saber efectivamente qué cantidad de pasadas hacen los regadores y su velocidad (de 20 a 25 kilómetros por hora).
Es por ello que las autoridades comunales mantienen contactos con empresas prestadoras del sistema.
"El riego se trata de un servicio heredado que se presta en condiciones que no podían ser modificadas, ahora los pliegos son distintos y se fijan requisitos, hasta multas dinerarias", destacó el secretario de Obras Públicas, Diego Bosch.
Este verano el riego de las calles, a razón de dos pasadas diarias, está condicionado por el descenso del agua de la laguna Don Tomás, de donde se proveen los camiones tanque.
El secretario municipal resaltó que son distintas las necesidades del suelo a la hora de regar en Villa Martita o Villa Germinal y Zona Norte. "Por ello queremos un riego más intensivo y diferencia".
De los 16 oferentes, 12 están prestando actualmente el servicio. Cada regante podrá ser contratado hasta por dos camiones
Basurales.
El secretario Bosch dijo que "el martes estuve recorriendo las calles Balbín y Tita Merello por el tema de los basurales. El relleno sanitario está ubicado en un lugar que puede ser muy lejano para muchos vecinos que quieren dejar su basura o residuos, y busca zonas descampadas para hacerlo, o en lugares públicos como nos pasó en Villa Martita, donde se hizo un operativo de limpieza y al otro día se había vuelto a generar un basurero".
"Está en la responsabilidad de cada vecino no ensuciar su barrio, su entorno, pero el problema es cultural, como ocurre con el derroche de agua. Es una tarea que tenemos por delante todos de tratar de ser lo más limpios posible; desaprensivos vamos a encontrar siempre en cualquier servicio y desgraciadamente esto se debe disciplinar a través de un control y fijando tasas de penalización para que al vecino le duela", expresó Diego Bosch.
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