Desde hace cuatro meses la planta de energía de Orbicentro, un conjunto de oficinas, se convierte en un verdadero pozo que no solo hace insoportable el trabajo, sino que ya causa varios resfriados.
A José Rocha los malos olores lo hicieron mover su negocio de alquiler de vestidos un piso arriba. En la nueva esquina en que se ubicó parece llegar cada vez menos el fuerte hedor que aumenta en época de invierno. El mismo que tiene azotados hace cuatro meses a cerca de cien comerciantes del edificio Orbicentro (carrera 15 con calle 118), en el nororiente de la ciudad.
El olor fétido que sube desde el sótano todas las tardes los ha obligado a permanecer con la puerta cerrada y a punta de aromas artificiales. Algunos como Guillermo Bello, quien repara electrodomésticos, han visto cómo cada vez vienen menos clientes.
El problema que sufren a diario se produce por el continuo represamiento de aguas que inunda la planta que surte de energía al edificio. "El agua entra por el espacio que hay entre los cables de energía y que vienen de unas recámaras de Codensa", afirma Luis Alberto Sánchez, administrador del edificio.
La empresa de energía visitó el lugar el 16 de diciembre y realizó algunos sellamientos para evitar la filtración, sin embargo el agua sigue colándose a la estación de energía. Funcionarios de la entidad aseguraron que es necesaria una impermeabilización de las recámaras vecinas de la planta, pero para eso deben esperar las acciones del Acueducto.
El aseo que todas las mañanas realiza la empleada del edificio no es suficiente para evitar el pozo que se forma en las tardes. Uno de los casos más críticos se presenta cuando llueve con fuerza y el nivel del agua alcanza a sobrepasar la mitad del cuarto. "Hemos tenido que sacar el agua a baldazos", cuenta Orlando Quiroga el vigilante, uno de los más perjudicados por trabajar en el primer piso.
Luego de varias visitas del Acueducto donde no se obtuvo solución, los comerciantes interpusieron un derecho de petición a la Eaab.
Un mes después la entidad respondió que el edificio presentaba problemas de filtración de agua causada principalmente por la fuga de una tubería antigua y que el inconveniente se agudizó por las obras que adelanta el IDU en la calle 116 (renovación de andenes y del sistema de alcantarillado). Obra que ha sido atendida con motobombas.
Aunque para el IDU el edificio se encuentra fuera del área de intervención del proyecto, entre carreras 15 y 19, realizó dos visitas el pasado 22 de enero y encontró que no se presentaba represamiento de aguas negras y que por el contrario los muros estaban completamente secos.
"El día que se hicieron las visitas había una cuadrilla del Acueducto que corroboró el estado de los muros ¿explicó el coordinador del contrato del IDU¿. Estaban esperando que lloviera para determinar el origen de las filtraciones, lo que indica que se trata de un problema de las aguas lluvias que no están siendo intervenidas por la construcción de la Pepe Sierra".
El Acueducto reforzó el apoyo de la obra con motobombas y se comprometió a rehabilitar la tubería antigua que estaría afectando el edificio antes del primer semestre.
Los comerciantes solo esperan que estas medidas no sigan siendo pañitos de agua tibia y que el pimponeo entre autoridades cese, pues a este inconveniente cada día se le suman más resfriado y locales vacíos en Orbicentro. |
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