Las cosechas condenadas al fracaso por la sequía más importante de los últimos 50 años pone en una situación cada vez más incómoda a un importante número de productores olavarrienses. A los problemas que el sector arrastraba desde la explosión del conflicto con el gobierno nacional, hoy se suma la falta de agua, que amenaza con extenderse y agravar una situación que, para muchos, "ya es límite". Cerealeros, ganaderos, tamberos, propietarios de feed lots, criadores de cerdos. Nadie escapa al cimbronazo, y sólo puede resistir el que tiene espaldas más anchas, o aquel "que recibe subsidios o al que le entra plata de otro lado para compensar con lo que pierde en el campo", tal como describió un productor angustiado.
El faltante de granos derivó en un aumento explosivo de precios. "Hace unos veinte días, el maíz valía 280 pesos la tonelada, tanto el comprado a las cerealeras como a los propios productores. Hoy, en algunos puntos, ya están pidiendo entre 420 y 430 pesos la tonelada, y con la condición del pago contado efectivo. Más allá de todo este aumento explosivo, no hay. Uno busca, y no hay. Llaman a las cerealeras y quedan en lista de espera, porque no tienen. Y el que tiene para vender, lógicamente lo guarda porque conoce mejor que nadie el faltante", comentó Guillermo Benac, propietario de un tambo local, castigado por las nuevas reglas de juego.
"Es cierto que hay muy poco maíz. Encima, la perspectiva del maíz nuevo no es buena. En nuestro caso, de stock de cerealera no hay ni un kilo. Todo lo que tenemos acá es de los productores, y ellos son los que tienen la última decisión sobre las ventas", confirmó Ignacio Boubée, de Multigranos S.A. Además, admitió que la escasez y el panorama complicado hacen que "los productores que lo tienen, lo están defendiendo al máximo". Respecto de los valores, aceptó que de "los 280-290 pesos que costaba la tonelada de maíz, se disparó a una franja de 350-360", un tanto más baja que la señalada por Benac, aunque reconoció que "hay valores de 410 en algunos puntos como Saladillo. Esto significa que los productores no exageran y que están marcando una problemática grave y real".
Para Boubée, el castigo no es igual para todos. "El dueño de un feed-lot o un criador de cerdos han trabajado con un maíz de 450-460, pero es un negocio distinto. En cambio, el que es criador en Pourtalé no tiene un subsidio de ningún tipo, y lo único que tiene hasta ahora es una prórroga de impuestos y no tiene pasto hasta la primavera que viene".
La suba y la escasez no sólo acompañan al maíz. Según los números del mercado, el pellet de soja, que los primeros días de enero se cotizaba a 710 pesos, "hoy ya está en los 940", marcó Benac. Y el sorgo, que siempre aportaba soluciones, hoy resulta un enemigo encubierto. Para muestra: la masiva mortandad de vacas registrada en lo que va de enero en dos establecimientos tamberos del Partido. "Ese famoso ácido del sorgo estuvo siempre, pero este año se potenció por la gran seca. Antes, la planta llegaba a 50 ó 60 centímetros y ya la podían comer los animales. Hoy supera esa altura, y sin embargo sigue envenenando a las vacas. Ayer analicé un sorgo y el resultado dio que está cinco veces por encima de la toxicidad común", marcó el productor.
Aseguran que las salidas no son muchas y que los tiempos resultan cada vez más cortos. "Estamos dando rollos, no hay otro camino. Compramos alimentos balanceados, que también han subido muchísimo. Y lo haremos hasta que se terminen las reservas de dinero".
Pedro Omar Dolagaray, que el fin de semana pasado sufrió la muerte de 50 vacas en su tambo, aseguró a EL POPULAR que "tendremos que sentarnos para ver cómo vamos a seguir". En la misma línea, Benac aseguró que "estoy asustado, nunca había estado en una situación así en los veinte años que llevo en el campo".
El salvataje financiero que en otros meses otorgaban las entidades bancarias, vía créditos especiales para productores, hoy prácticamente desapareció del terreno. A raíz de la crisis financiera, los bancos recortan los descubiertos a la mínima expresión, achican la compra de cheques y sólo dan créditos a unos pocos afortunados. "En mi caso, tenía autorizado un descubierto de 50 mil pesos, pero hace dos días me llamaron del banco para avisarme que me lo habían bajado a 15 mil", aportó un productor consultado por este Diario.
En su desesperación, llegó a pedir entrevista con el intendente José Eseverri. Explicó sus males, pidió ayuda económica vía crédito municipal, pero se fue con las manos vacías. En el encuentro cara a cara, el mandatario le habría respondido que "no me podía dar plata hasta que no llegara una orden de arriba". Resignado, admitió que "sabía que iba a ser imposible, más que nada porque si me daba, el resto de los productores se iban a enterar y todos iban a desfilar por la Municipalidad".
Encima llegó la luz
En los tambos, la problemática de arrastre incluye los bajos precios por litro de leche que perciben los productores, la sequía que conspira contra la alimentación y el sorgo que intoxica. En los últimos días, los productores sumaron un nuevo drama a su larga lista de complicaciones: un fuerte aumento en las facturas de energía eléctrica, que se confirmó al momento de recibir las facturas. "En la zona rural, estábamos con el kilowatt a 16 centavos, y ahora se fue a 44", sintetizó una de las voces afectadas. Como ejemplo, citó que "un tambo normal, con equipo de frío, que pagaba 2.300 pesos, ahora recibe facturas que van de los 7.600 a los 8.000 pesos".
Uno de los usuarios concurrió inmediatamente a las oficinas de Coopelectric, donde se entrevistó con el gerente Oscar López para exponer la situación. "Me dijeron que vuelva el viernes para evaluar el caso", dijo. Y enseguida afirmó que "no sólo me pasó a mí, porque he hablado con colegas de otros tambos y los aumentos que les llegaron son en porcentajes similares a los míos". También se contactó con el Intendente, "que me prometió que iba a tomar cartas en el asunto. Me explicó que el aumento es del nivel provincial y ofreció su ayuda para intentar encontrar alguna solución".
Cada semana que pasa, la situación empeora. "Si agarrás una camioneta y vas al campo ves los palos, no queda nada. Encima se está perdiendo la posibilidad de un rebrote en otoño. Llovió tarde y con los campos muy pelados. Donde se pela mucho, una lluvia no arregla nada. Es todo un proceso. Si hubiese llovido un mes y medio atrás, la cosa por ahí terminaba distinto. Pero estos últimos veinte días, con tanto calor y viento, han sido terribles", explicó Boubée. "Lo que puede pasar es que haya un notorio faltante de hacienda en el mediano plazo, porque esta primavera no hubo un buen servicio. Debe haber un índice de preñez realmente bajo. En lo que es ganadería, que ya venía castigando con los precios, el estado de los campos es terrible. Se ven lotes con hacienda adentro, que nadie sabe cómo están sobreviviendo".
|
|
|