El 21 de febrero (1989), cuando el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca va al Senado y es interpelado por un senador de esa época, Luis Alberto Lacalle, las primeras palabras que dice el legislador es que el Banco de la República Oriental del Uruguay había actuado con gran celeridad y que todo el mundo se había congratulado de ello. Actuó con gran celeridad en 1989 porque el Banco de la República Oriental del Uruguay habilitó los créditos el 11 de febrero de ese año y hoy no está haciendo nada, cuando liberó los créditos el 15 de diciembre. Enumeraremos algunas de las medidas adoptadas por este gobierno para combatir la sequía, a los efectos de tomar un punto de partida. El Proyecto Producción Responsable, prioriza los programas que incluyen soluciones de agua. En el norte se están instrumentando desde hace ya tres años y, a mediados de este se aprobó otro proyecto que tiene que ver con la construcción de tajamares y perforaciones para lo que es, en definitiva, una de las tareas centrales a la que el país debe seguir abocándose. Se trata de la preparación ante estas situaciones: reservas de agua que no se empezaron a hacer cuando comenzó a faltar el recurso. El Proyecto Uruguay Rural trabaja líneas de crédito para productores con perfil familiar; micro crédito de hasta $ 12.000 para compra de fardos o fuente de agua. El Programa Ganadero, que en primer lugar posibilita un subsidio de hasta US$ 400 por productor para planes colectivos de compra de forraje o suplemento y, en segundo término, permite a los operadores habilitados la introducción de ajustes coyunturales a los Planes de Gestión Prediales. El Instituto Nacional de Colonización otorgó una prórroga en vencimientos de arrendamientos a corto plazo y un préstamo para la compra de forraje a las colonias, y Mevir incrementó el apoyo a pequeñas unidades productivas, como soluciones de agua y micro crédito, además de los créditos del Banco de la República Oriental del Uruguay y de la Corporación Nacional para el Desarrollo para aquellos productores que no tengan línea de crédito habilitada en el propio BROU. Esta última es una medida de reciente instrumentación. Es entendible que se hagan críticas y puedo aceptarlas.
De hecho, como dijimos, muchas de las medidas se instrumentaron a raíz de las sugerencias y de los planteos esgrimidos por la sociedad civil uruguaya y de otros actores. Se dice también que esto es poco, y también lo aceptamos, pero sería bueno que exista un mínimo de autocrítica. Esto que se está diciendo que es poco los recursos presupuestales para comprar la ración, para crear el fondo de emergencia fue aprobado por el Parlamento y me gustaría recordar quienes votaron. Muchos de los que hablan públicamente sobre lo insuficiente que son estas medidas, cuando tuvieron que aportar el voto para que el Poder Ejecutivo tuviera los fondos necesarios ante estas situaciones, no lo hicieron. ¿Qué pasó cuando se votó la Rendición de Cuentas del Ejercicio 2006, cuando se votó el fondo de emergencia para la granja y vino la modificación del Senado?; ¿quiénes la votaron? ¿Quiénes dijeron que eso no servía? Y después, cuando se votó la Rendición de Cuentas de 2007, pasó exactamente lo mismo. La oposición no votó. Estas medidas pueden ser pocas, pueden ir lento, pero quienes critican esa lentitud no tuvieron la actitud de aprobarlas; entonces, por lo menos que lo digan, que lo recuerden a la ciudadanía en este año electoral donde todos se rasgan las vestiduras por el sector productivo de este país.
Los archivos de la memoria
En cuanto al conjunto de medidas, es bueno consultar archivos, porque no es nada menor saber cómo actuó el país ante situaciones similares. Por eso puedo afirmar que nunca antes se tomaron medidas de estas características en el país frente a situaciones similares o de mayor adversidad. Durante la sequía de 1989, que fue muy compleja, como la que estamos viviendo ahora capaz que nos olvidamos porque ocurrió hace veinte años las medidas centrales que se tomaron fueron la liberación del stock ganadero y del crédito bancario: la habilitación de créditos del Banco de la República Oriental del Uruguay ante la situación de sequía. En febrero de 1989 la seca se vivía desde hace cuatro o cinco meses y, por ejemplo, ya se habían perdido tres mil hectáreas de arroz por falta de agua en los primeros días de enero.
Un subtítulo del diario "El País" decía: "Línea especial de crédito para afectados por la sequía termina de otorgar el Banco República". Esto es del 11 de febrero, cuando ahora el 15 de diciembre, ya se habían otorgado esas líneas crediticias y otras que antes el país no había habilitado para aquellos productores que no podían actuar ante los bancos. El 21 de febrero (1989), cuando el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca va al Senado y es interpelado por un senador de esa época, Luis Alberto Lacalle, las primeras palabras que dice el legislador es que el Banco de la República Oriental del Uruguay había actuado con gran celeridad y que todo el mundo se había congratulado de ello. ¡Actuó con gran celeridad en 1989 porque el Banco de la República Oriental del Uruguay habilitó los créditos el 11 de febrero de ese año y hoy no está haciendo nada, cuando liberó los créditos el 15 de diciembre -entre otra cantidad de medidas- y fondos del Estado para enfrentar esta situación!. ¿Qué cambió? ¿Cuál es la situación diferente?, ¿En qué cambió la forma de liberar los créditos? Antes, una diferencia de tres meses era excepcionalmente rápida. Sin embargo, en esta ocasión se estaba instrumentado en diciembre y se considera poco. Si vamos a hablar de los fondos disponibles y de qué manera se instrumentaban, se daban US$ 120 por hectárea, parejo, a quien fuera. Ahora hay diferentes líneas crediticias según la capacidad productiva. Cuando se hacen cosas siempre hay errores y dificultades, pero tenemos que actuar con total seriedad porque el problema del cambio climático vino para quedarse. Si no seguimos tomando medidas de Estado para enfrentarlo, nada vamos a hacer con discursos. Vamos a tratar de tener un poco de sensatez y ver qué es lo que queremos hacer. Si el tema se hubiera discutido el año pasado no hubiera sido tan dramático; lástima que la sequía cayó en un año electoral y eso complicó un poco.
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