Ante los problemas de la sequía que azota al campo y la baja rentabilidad que les generó la caída de los precios internacionales de los principales productos agropecuarios, si el Gobierno le devolviera solo una parte de lo recaudado por retenciones al campo en la campaña 2007/08, alcanzaría para mitigar los problemas del sector frente a la feroz sequía.
El campo esta ardiente, no solo porque no llueve, sino porque no hay respuestas a los pedidos de ayuda que viene realizando el sector para afrontar la emergencia.
La diferencia de opiniones profundiza el malestar. Mientras que los dirigentes de las entidades agropecuarios, productores y técnicos coinciden en que no hay reacción del Gobierno a la altura de las circunstancias y que las últimas medidas anunciadas no son suficientes, el ejecutivo nacional las califica de “patrióticas” a las mismas. Si bien la declaración de emergencia agropecuaria es un aliciente, solo difiere el pago de impuestos y detendría ejecuciones por deudas caídas con organismos y entidades oficiales.
Por su parte, lejos de modificar su postura de acompañar al Gobierno nacional en una actitud confrontativa con el campo, el Gobernador del Chaco muestra su satisfacción por las medidas anunciadas, sabiendo que son insuficientes y que muchos pequeños y medianos productores de la provincia necesitan una asistencia directa e inmediata por parte del Estado para continuar en la actividad. Claramente, la percepción de la realidad difiere entre el campo y el gobierno.
Los lideres de la FAA insisten en que “el Estado esta vez va a tener que ser socio en las perdidas”, la ayuda prometida por el Gobierno “es insuficiente y demuestra que somos socios en las ganancias, pero no en las perdidas”. El cuadro Nº 1 y Nº 2 asevera estas expresiones, el mismo refleja los aportes a las arcas públicas que realizo el campo tan solo en concepto de las polémicas retenciones a las exportaciones y lo que viene recibiendo el sector por parte del Estado para enfrentar las difíciles circunstancias presente.
En cuanto a los valores de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, se tomo el año 2007 ya que para el 2008, dado el reciente cierre del año y lo complicado que fue este año pasado la comercialización de la producción agropecuaria, no se tienen datos consolidados.
Para el caso particular del sector productivo chaqueño percibiría 395 millones y el sector agropecuario nacional 7.500 millones, frente a una primera evaluación de pérdida por sequía que supera los 5.000 millones.
En el caso de que se tomara la definición política de devolver el 50% de este impuesto al sector productivo chaqueño, $395 millones, a los efectos de atender esta emergencia, el mismo alcanzaría para:
Asistir con $ 500 por hectáreas a los pequeños y medianos productores hasta 500 hectáreas, lo que significa llegar al 85,9 % de los productores y, $ 200 por vaca a los ganaderos de hasta 500 cabezas que representan el 90 % de los productores y el 55% de la existencia total.
En el pasado reciente, cuando el país atravesaba por difíciles circunstancias, al campo se le pidió que debía aportar lo suyo a través de las retenciones, sufriendo sucesivos aumentos de alícuotas. Es decir que han estado expuestos a las necesidades de caja del Gobierno.
Hoy, a la acuciante sequía que afecta y esta provocando pérdidas inéditas a muchos productores, se suma la falta de voluntad del Gobierno para encontrar las soluciones urgentes que el campo necesita. Todo esto refleja la angustia con la que viven muchos hombres de campo.
La verdadera bronca del sector proviene de la incapacidad del gobierno de los Kirchner de entender la problemática del productor agropecuario, especialmente desde marzo del 2008 por la aplicación de la Resolución 125, a la cual el Gobernador del Chaco no solo que la defendió sino que hasta trato de “idiotas útiles” a los productores chaqueños que se oponían a la misma.
Los perjuicios producidos por las políticas del Gobierno han sido inmensos. Es cierto que no es responsable de la sequía ni de la caída de los precios internacionales de los principales productos agropecuarios, ni mucho menos de la crisis internacional. Pero si es el responsable de las limitaciones a las exportaciones, de las trabas burocráticas que impuso la Oncca, de los controles de precios y de las intervenciones desafortunadas de la Secretaria de Comercio Interior, de las elevadas alícuotas en concepto de retenciones, que provocaron perdidas para el sector difíciles de cuantificar. De no haber tenido todo esto, nuestros productores habrían tenido algunos ahorros para aguantar esta sequía.
Fuente cuadro 1: Elaboración propia en base a datos del Cones y Ministerio de Economía, Producción y Empleo, Gobierno del Chaco.
Fuentec cuadro 2: Elaboración propia en base a datos del Cones y Consultora Ecolatina
En cuanto a los valores de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, se tomo el año 2007 ya que para el 2008, dado el reciente cierre del año y lo complicado que fue este año pasado la comercialización de la producción agropecuaria, no se tienen datos consolidados.
Fuente cuadro 3: Elaboración propia en base a datos del Cones, Consultora Ecolatina y FAA
(*) Bloque UCR ALIANZA Frente de Todos
