El local clausurado, que tenía pedido de habilitación como garaje, funcionaba realmente como frigorífico y desde allí eran volcados a la red pluvial los desechos orgánicos producto de la labor que se desarrollaba.
El procedimiento se realizó en conjunto con la Secretaria de Ambiente de la Nación como partes integrantes de ACUMAR, el ente interjurisdiccional de derecho público creado por la Ley nacional 26.168 adherido por las Legislaturas de la Provincia de Buenos Aires y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que tiene a su cargo la ejecución del Plan Integral de Saneamiento Ambiental de la Cuenca Matanza Riachuelo
La titular de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, Graciela Gerola puso especial énfasis en destacar que “esta acción es una más de las que se vienen desarrollando habitualmente contra actividades que están fuera de la Ley en la Ciudad de Buenos Aires y que tienden a eliminar los vuelcos clandestinos que llegan al Riachuelo y afectan la salud y el bienestar de los vecinos”.
A requerimiento de la Dirección General de Control de la Agencia de Protección Ambiental del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño, el juez federal de primera instancia de Quilmes, Luis Armella, ordenó el allanamiento del lugar.
Armella fue designado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación para controlar las acciones que deben llevar a cabo el Estado Nacional, la provincia de Buenos Aires y la ciudad de Buenos Aires para el saneamiento de la cuenca Riachuelo-Matanza, por lo cual tiene competencias especiales.
El operativo fue realizado en el local de la calle Timoteo Gordillo 3898, del barrio porteño de Villa Lugano.
Los inspectores constataron en el interior del lugar la presencia de personas en actividad; un camión cisterna, patente AFS 022, de 3500 litros de capacidad, que contenía un líquido color rojizo que aparentaba ser sangre mezclada con agua, así como varios graneles de 1000 litros y una cámara frigorífica de gran capacidad.
En la vereda se encontró una conexión antirreglamentaria a la cañería pluvial en la que desembocaba el efluente con sangre. Esta comunicación ilegal confluye en el sumidero ubicado en la zona Z 5 N° 17011, el cual también funciona fuera del marco legal. En dicho alcantarillado que está destinado solamente a drenar agua de lluvia, los inspectores actuantes observaron la existencia coágulos de sangre.
La actuación se originó en octubre de 2008 por reclamos de vecinos que denunciaron el funcionamiento del frigorífico clandestino que vertía sangre bovina a la red pluvial. A partir de entonces fueron varias las inspecciones que derivaron en multas por obstrucción de procedimiento.
Integrantes de la Dirección General de Control del Ministerio GCONT, la SAyDS y la Policía de Delitos Ambientales fueron impedidos de ingresar el pasado 23 de enero. En consecuencia, se denunció el hecho al juez Armella quien determinó la orden de allanamiento en el marco de operación de la Cuenca Matanza – Riachuelo.
El establecimiento tiene una solicitud de habilitación vencida, que data del 9 de enero de 2007 y por la cual el rubro que debe ejercerse es el de “Garaje para camiones y material rodante público y privado; volquete; mudanza”.
A la llegada de los funcionarios, todos los accesos se encontraban cerrados y debido a que nadie atendía a los llamados, se ordenó el ingreso forzado por una de las puertas, tras lo cual se apersonó el dueño del lugar.
Los inspectores de la comuna clausuraron el local luego de comprobar que no posee Libro de Registro de Inspecciones, no cuenta con permiso de volcamiento, posee un conducto de evacuación antirreglamentario con conexión a pluvial y carece de matafuegos.
La clausura inmediata y preventiva del establecimiento se asentó en la Comisaría N° 48.
Ante la presencia de los agentes del Gobierno, los vecinos se acercaron para realizar nuevas denuncias, entre las que se encuentran la proliferación de ratas y cucarachas debido a los restos orgánicos presentes en los conductos.
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