Dolores sigue padeciendo la presencia de algas tóxicas en el río San Salvador. No obstante, muchos adultos y niños hacen caso omiso a las advertencias de los médicos.
La situación se arrastra desde fines de 2008, cuando una impresionante floración de algas, comenzó a cubrir gran parte del curso de agua.
Si bien hoy el río está más limpio que en diciembre, las autoridades departamentales mantienen las advertencias sobre las consecuencias que puede generar en la salud humana el contacto con esta especie de plantas acuáticas.
"Lamentablemente, hace más de un mes decidimos no clausurar el uso del río San Salvador sino aconsejar a la gente, a los lugareños y visitantes que no utilicen las aguas por el riesgo que significa para la salud, la abundante presencia (de este vegetal) en costas, vegetación y arena", dijo a El País Ovidio Olivera, director municipal de Higiene.
Lo que a simple vista parece inofensivo, en realidad puede generar serios problemas.
"Los perjuicios pueden ser más que nada por contacto directo, problemas de dermatitis, efectos irritantes muchas veces, otitis, conjuntivitis y hasta diarreas. Estas floraciones algales generan toxinas que son muy peligrosas, se dice que una de las toxinas que generan estas algas, puede llegar a ser cien veces más tóxica que el cianuro y por lo tanto, eso permite blanquear la posibilidad de afecciones de tipo gastroenterológico y nefrológico", agregó el médico consultado.
Ovidio Olivera dijo que los problemas surgen, particularmente, cuando se consume el agua o cuando se usa en forma sostenida.
"A los campamentistas (turistas) y la gente que utiliza mucho el río como forma de vida, hay que aconsejarles que no consuman agua. Ese problema no se soluciona con hervirla" sostuvo el responsable de Higiene del departamento de Soriano.
¿Agroquímicos? En una ciudad con 17.000 habitantes, la gran mayoría opta por trasladarse 18 kilómetros al sur, hasta el balneario La Concordia sobre el río Uruguay.
Pero a pesar de las advertencias, mucha gente hace caso omiso.
"El clima, con temperaturas muy altas, provoca que la gente necesite de algún lugar de esparcimiento para refrescarse", lamentó Olivera.
Al San Salvador, los niños ingresan a tomar baños, bajo la pasiva mirada de sus padres, incluso hay madres que, desconociendo las advertencias, llevan a sus pequeños a refrescarse en el río.
Las autoridades departamentales tienen la firme presunción de que las algas se originan por decantación de productos agroquímicos, en una zona que tradicionalmente desarrolla una fuerte actividad agropecuaria, fundamentalmente con grandes extensiones de soja.
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