La dureza de este verano, con temperaturas siempre por encima de los 30 grados, y térmicas que superan los 40, hacen más evidentes los graves problemas de agua potable que sufre esta población, a pesar de tratarse de la segunda ciudad del Chaco. Los más castigados son los barrios, en los que no hay suministro durante varias horas del día.
Mientras tanto, el nuevo acueducto, la gran obra necesaria para solucionar este grave problema que tienen que ver con la calidad de vida y la salud de la población, sigue en la larga espera.
Sáenz Peña depende de las lluvias
La situación actual es que Sáenz Peña depende de las lluvias que cada vez se hacen más escasas para poder solamente paliar una parte del gran déficit de agua potable que llega cerca del 50%. Esto es, cuando se pueden utilizar los reservorios con que la empresa Sameep cuenta sobre la ruta nacional 95 hacia el oeste.
Pero aún con la llegada de las precipitaciones pluviales importantes por final del año pasado y principio del 2009 sobre esta ciudad, y que permitieron almacenar una parte en los reservorios. No alcanza para revertir los graves problemas de suministro del líquido fundamental para la salud y la vida.
La situación es crítica a punto tal, que la gran mayoría de los barrios no cuentan con agua solamente algunos minutos al día, cuando hay otros en los que no reciben ni una gota en sus domicilios. Y esto fue desmejorando en los últimos años, porque sectores de la ciudad donde antes no tenían estos problemas ahora los sufren a diario.
Además, en los barrios más humildes donde no hay conexión en las viviendas, y los vecinos tienen que recurrir a canillas públicas están sin servicio durante gran parte del día.
Sumado a lo cual, las condiciones climáticas hicieron que resulten en muchos casos insuficientes los recaudos que los vecinos tomaron de instalar tanques a nivel de piso para almacenar el agua, y luego elevarla mediante bomba a los tanques superiores que abastecen a la casa, o de realizar costosas perforaciones en sus domicilios para utilizar un agua de dudosa calidad para la salud.
Vecinos molestos
El problema en la actualidad es ya más grave que el verano pasado, Porque antes existían sectores de la ciudad la escasez de agua no era tan notoria. Pero ahora los inconvenientes son generalizados. Los dramas empeoran hacia las periferias, donde no existen conexiones domiciliarias debida a que no se puede extender más la red, porque el actual acueducto que quedó hace muchos años obsoleto no soporta la actual demanda.
Allí la medida de emergencia fue la colocación de canillas públicas, donde los vecinos se agolpan para poder recolectar un poco de agua en bidones, baldes, botellas y todos los recipientes imaginables.
Pero esta decisión que fue debía ser sólo temporaria, se hizo permanente a causa de la falta de construcción del nuevo acueducto reclamado por la sociedad chaqueña a los sucesivos gobiernos nacionales.
Además, muchas de las canillas están inutilizables durante gran parte del día, porque que no sale agua. Entonces, los vecinos, deben hace largas colas en un horario determinado a la espera de poder contar con un poco del vital elemento.
Poca presión
Incluso en los principales sectores céntricos de la ciudad los problemas persisten, dado que los usuarios se quedan sin agua en horas tempranas por la escasa presión existente. Peor es la situación de los pobladores de los barrios periféricos, que no tienen recursos como para afrontar un gasto adicional para colocar más tanques de almacenamientos y bombas de agua en sus domicilios. E, incluso, algunos no cuentan ni siquiera con conexión domiciliaria a la red de distribución, porque ésta no da abasto para llegar a todos los barrios ya existentes. Además de que, como ya se dijo, toda inversión resulta ahora inútil porque directamente no llega el agua durante casi todo el día a barrios muy populosos como el San Martín, Puerta del Sol y Juan Domingo Perón, por nombrar algunos.
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