El planeta se encuentra en crisis. Al cambio climático y los problemas energéticos, ahora hay que sumar la escasez de agua. De hecho, menos del 2% de este recurso hídrico que existe en el mundo, puede ser utilizado por los seres humanos. “Si hoy las guerras son por el petróleo, mañana van a ser por el agua”, sentencia Manuel Baquedano, presidente del Instituto de Ecología Política.
Es por ese motivo, que el ambientalista y sociólogo de la Universidad Católica de Lovaina, se encuentra en Bélgica para participar en el protocolo mundial del agua, cuyas reuniones de consultas se realizarán en la sede del Parlamento Europeo, entre el 11 y el 13 de este mes, con el fin de regular el uso del agua en el planeta. El encuentro es organizado por el Foro Político Mundial, presidido por el ex líder soviético Mijail Gorbachov.
“Este protocolo debe regular el uso del agua en el planeta, es decir, dejar consagrado que el agua es un bien público y por lo tanto, deben ser los estados los dueños del agua, como ocurre en la mayoría de los países. Además busca consagrar el derecho de los seres humanos a tener un acceso al agua, algo que no es hoy evidente por lo menos para mil millones de habitantes del planeta”, dice el especialista en conversación con latercera.com.
Baquedano señala que al no reconocer fronteras, sino que ecosistemas, el agua se ha convertido en una fuente de disputa. “Gran parte del conflicto entre Israel y Palestina por determinar la frontera de palestina tiene que ver con el acuífero subterráneo”, explica. Esa es la razón, por la que el protocolo le entrega importancia a la creación de una autoridad mundial del agua, en la que se reglen los conflictos, lo que no significa necesariamente la intervención en ellos, sino que tener la capacidad de preverlos.
“Nosotros tenemos conflictos por el agua con Bolivia, pero también tenemos un tema pendiente con Argentina por Campos de Hielo. Estos son la más importante reserva de agua dulce que tiene el planeta”, sostiene.
Otro de los objetivos que busca alcanzar el protocolo es la equidad en el uso del agua, “que la gente pueda en el planeta acceder como una seguridad de cantidad mínima de litros por día. Este protocolo va a servir para definir un conjunto de términos que es necesario en todas las convenciones y en todo el lenguaje”.

LA POSICION DE CHILE
Según explica Baquedano, Chile es conocido en el extranjero por sus avances en algunos aspectos. “Por ejemplo, casi todos los chilenos tienen agua, pero (el país) es conocido por sus políticas de privatización, son pocos los países donde se entregan derechos a perpetuidad de agua, como es el caso chileno”, añade.
A juicio del especialista, el país se encuentra en una situación de vulnerabilidad, debido a que “un alto porcentaje del agua proviene de la cordillera de los Andes y a medida que avanza el cambio climático ésta irá disminuyendo”. “Hay regiones, como la tercera, donde prácticamente tienen agua para cuatro o cinco años más, como es el caso de Copiapó”, ejemplifica.
Una de las soluciones al problema, sugiere Baquedano, sería que los sectores productivos de la minería, obtengan el agua que necesitan desde el mar. “Sino los ecosistemas están sometidos a una presión tan grande que la actividad minera va tomando todo el uso del agua y se va dejando sin regadío, y muchas veces escasea el agua para el uso diario de la gente”, agrega.