Proteger la calidad del agua, los ecosistemas y comunidades acuáticas de los ríos es el objetivo de la inédita norma secundaria que aprobó el Consejo de Ministros de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama).
La cuenca del río Serrano, en la Región de Magallanes, con sus 6.673 km¯, fue elegida como la primera del país en que se aplicará el nuevo control.
La norma incluye 19 parámetros por monitorear, como el nivel del aluminio, cadmio, cloruro, cobre, coliformes fecales, conductividad eléctrica, cromo, hierro, magnesio, mercurio, molibdeno, níquel, entre otros.
La ministra de Medio Ambiente, Ana Lya Uriarte, afirmó que "con la aprobación de esta norma, se concreta un importante hito en la gestión ambiental de Chile, ya que marca el inicio de la regulación de la calidad de las aguas en nuestro país".
Álvaro Sapag, director ejecutivo de la Conama, dijo que trabajan en la elaboración de normas similares para las cuencas del río Loa, Esquí, Aconcagua, Maipo, Cachapoal, Biobío, Aisén; Huasco, Mataquito y Baker. Se añadirán los lagos Llanquihue y Villarrica; el río Valdivia, Cruces, Limarí, Tinguiririca e Itata. El río Serrano se monitoreará por dos años, y de encontrarse concentraciones que superen lo establecido, se elaborará un plan de acción para reducir las emisiones al afluente.

Contaminación
Durante 2007 los ríos Biobío y Cautín (VIII y IX Región) exhiben una notoria mejoría en la calidad de sus aguas, mientras que los cauces del norte, como el Lluta y Loa (I y II Región), muestran una complicada condición del vital elemento.
Por su parte, en el río Cruces, de Valdivia, los análisis comenzaron de manera sistemática a partir de 2004, tras la crisis ambiental generada por la descarga de riles y la muerte y migración de cientos de cisnes.
En la I Región monitoreos de la Dirección General de Aguas indican que la calidad de las aguas en el río Lluta, de 147 kilómetros, va de regular a mala.