La Corte Internacional de Justicia (CIJ) estableció hoy la frontera marítima entre Rumania y Ucrania y puso fin a una disputa de diez años en torno a la Isla Serpiente.
La isla, con una superficie de 17 hectáreas, se encuentra frente a las costas ucranianas en el Mar Negro, y está deshabitada.
Pero Kiev quería extender su zona económica exclusiva a 12 millas marinas de la isla, lo que se superpone al área reclamada por Rumania.
El gobierno rumano considera que Serpiente no es una isla sino una roca, sin capacidad de sustentar la vida humana, y por lo tanto no reúne los requisitos para poseer una zona económica exclusiva.
La Corte delineó la frontera marítima de manera más o menos equidistante entre los dos países.