El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, decretó ayer la emergencia agropecuaria provincial, lo que permitirá a los productores más afectados por la sequía beneficiarse con la postergación o exención del pago de impuestos provinciales. El titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcatti, relativizó el impacto: “nos dan prórrogas de impuestos que de todos modos no ibamos a poder pagar”.
El ministro de Asuntos Agrarios bonarense, Emilio Monzó, dijo que “hay catorce distritos declarados en desastre”, a los que se podrían sumar varios más. Los productores asentados en las zonas declaradas en “desastre” estarán eximidos de pagar el impuesto inmobiliario rural, mientras que quienes trabajan en los distritos en “emergencia” podrán postergar su pago, entre otros beneficios. El Banco Provincia (BAPRO), por ejemplo, podrá postergar el pago de las cuotas de los créditos cuyos titulares demuestren que fueron perjudicados por la falta de lluvia.
Monzó explicó que la sequía liquidó buena parte de la producción ganadera de la provincia y perjudicó, sobre todo, la cosecha de trigo: “Lo más urgente, la prioridad, es trabajar con la ganadería”. La evaluación es que la producción más afectada es la de trigo, por lo pidió que fuera modificado el esquema de retenciones, al menos para ese cultivo. |
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