"Siempre que llovió, paró", se dice frecuentemente para transmitirle esperanza a quien atraviesa un mal momento. En este momento sería más alentador que las lluvias que cayeron ayer en la mayoría de las zonas más afectadas por la sequía no hubieran cedido. Si bien es un alivio, llegan tarde para salvar los cultivos de maíz, girasol y la soja temprana. La soja sembrada más tardíamente sería la más beneficiada.
Ayer hubo precipitaciones en muchas de las zonas más afectadas por la sequía. A pesar de ser muy bienvenidas, esas lluvias no alcanzan para revertir la grave situación de los suelos, según coincidieron expertos en clima y productores agropecuarios.
En el sur de Córdoba y de Santa Fe, sudoeste de Buenos Aires y este de La Pampa cayeron entre 10 y 50 milímetros. En la zona núcleo (norte de Santa Fe y Buenos Aires y en Entre Ríos) ya habían recibido buena lluvia entre el lunes y el martes.
Jorge Srodek, productor del sudoeste de la provincia de Buenos Aires, estaba contento porque en Tres Arroyos, donde tiene campo, había llovido entre la madrugada del miércoles y el día de ayer alrededor de 50 mm.
Cerca de allí cayeron 40 mm en Coronel Pringles y en Coronel Dorrego. En Torquinst, 30.
"Si bien no llueve pasto, es un alivio importante para la ganadería", dijo Srodek. "Pero no hay nada que hacer con el maíz y la cosecha de trigo, el panorama fue un desastre."
Pero en el extremo sur no tuvieron la misma suerte. "Está condenada esa zona", comentó Srodek en referencia a Puan, Villarino, Patagones y Algarrobo. "Allí cayeron entre 10 y 15 milímetros, casi nada para localidades que según los datos del INTA [Instituto Nacional de Tecnolgía Agropecuaria] padece «una sequía extrema»", dijo Srodek, para quien esta zona sigue muy afectada, pero las lluvias fueron "un empujón".
Según un informe del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en todo el año pasado llovió en el sur y el sudoeste de la provincia de Buenos Aires entre 25 y 45% menos que el promedio histórico de precipitaciones. El norte de la provincia de Buenos Aires, que también estaba bastante castigado por la sequía, recibió ayer algo de agua: en Pergamino cayeron entre 15 y 20 mm, pero en Junín sólo dos, según informaron a LA NACION en el SMN. En San Pedro, localidad que durante 2008 recibió alrededor de 55% menos de precipitaciones que el promedio histórico, cayeron ayer cerca de 20 mm.
En el SMN dijeron que el sur de Córdoba fue la zona más beneficiada por el agua: allí cayeron aproximadamente 40 mm. De todos modos, hay que considerar que no era un área tan afectada por la sequía como otras.
Daños económicos
Como consecuencia de las pérdidas por la sequía, el crecimiento del producto bruto interno (PBI) este año no sería del 4%, como prevé el Gobierno, sino del 2,6%, según la Sociedad Rural Argentina (SRA). Esta caída es consecuencia de que la producción agropecuaria no será la que se esperaba al momento en que se calculó el crecimiento de la economía en el presupuesto nacional.
Un trabajo elaborado por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) complementa el dato de la SRA al calcular que disminuiría un 30% la producción de forrajes -el principal alimento del ganado argentino- en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, una de las zonas más afectadas por la sequía. Según este estudio, "la disminución en la oferta de pasto tiene como consecuencia menores índices reproductivos, menor cantidad de terneros, así como menores pesos de destete".
|
|
|