La pérdida efectiva que registró la agricultura empresarial por la crisis financiera mundial y la reciente sequía es de US$ 564,4 millones. Esta cifra negativa se distribuye en US$ 165,7 millones en maíz, US$ 55,4 millones en trigo, US$ 43,2 millones en girasol y US$ 300,1 millones en soja. Así lo precisó ayer el Ing. Agr. Héctor Cristaldo, durante una rueda de prensa tras la reunión del Consejo Asesor Agrario del MAG. De acuerdo con la estimación, la pérdida que los productores registraron en forma individual es de unos US$ 215 por hectárea promediando los cuatro rubros.
Se debe considerar que las áreas de siembra fueron 634.000 hectáreas de maíz zafriña, 443.000 hectáreas de trigo, 194.000 hectáreas de girasol y 2.590.000 hectáreas de soja.
Durante la conferencia, Cristaldo manifestó: “La crisis mundial trajo un problema de financiación y la sequía contribuyó complicando el flujo de caja, con lo que se van a requerir mecanismos de refinanciación, que deberían llegar antes del 30 de abril”.
Comentó que la crítica situación se dio porque confluyeron una seguidilla de fracasos, primero con el maíz zafriña, luego con el trigo y finalmente con el girasol y la soja, además, justo en la campaña anterior los productores hicieron fuertes inversiones en maquinarias. Detalló que durante el 2008 se importaron 2.278 tractores y 777 cosechadoras, por un valor total superior a US$ 157 millones.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Cándido Vera Bejarano, dijo que el Gobierno está preparado con un fuerte y sólido flujo de caja para una primera parte, y si sobrepasa la capacidad financiera local se dispondrá de la oferta del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con un crédito de emergencia de US$ 500 millones para los requerimientos del caso.
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