El Código de Aguas (Decreto Ley Nº 191/01) indica en su artículo 57 que “nadie podrá variar el régimen, naturaleza o calidad de las aguas, ni alterar los cauces naturales o artificiales ni su uso, sin previa autorización de la Autoridad de Aplicación”.
La falta de agua en todo el territorio correntino trajo aparejada diversas consecuencias y también reavivó la polémica por el uso del vital elemento. En ese marco, una asociación ambientalista de Mercedes salió a advertir que las arroceras que sustraen agua del Iberá deberán ser clausuradas.
“Ante la emergencia hídrica provincial urge la clausura de las arroceras ilícitas que sustraen millones de litros de agua del Iberá sin autorización oficial”, señala un comunicado firmado por Oscar Fernández, presidente de la Asociación Esteros Hesai.
En el documento recuerdan que a través de la resolución 40/09, recientemente el Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (Icaa) declaró la emergencia hídrica y ambiental, reiterando la expresa prohibición del uso de las aguas públicas, para lo cual se debe contar con la pertinente autorización en el marco de la legislación vigente.
Según los fundamentos vertidos por el propio Icaa al informar sobre la nueva normativa en su boletín "la medida se determinó al constatar en inspecciones realizadas por profesionales del Icaa la existencia de obras hídricas utilizadas en el riego del cultivo de arroz, sin autorización del organismo provincial".
De acuerdo a la información publicada, se efectuaron inspecciones en distintas localidades, en las que se intimó a los establecimientos que operaban fuera del marco legal a suspender el uso del agua pública hasta no contar con la autorización del Icaa. En este contexto “es llamativo que ninguna de estas inspecciones incluyó a las arroceras ilícitas que operan en la cuenca del Iberá”, remarca Fernández.
En ese sentido, advierte que en la reserva hay por lo menos tres arroceras ilegales que “a pesar de las medidas cautelares que pesan sobre ellas y que con absoluta impunidad nunca cumplimentaron, siguen bombeando aguas públicas de las lagunas de una reserva natural de reconocida importancia mundial, sin autorización oficial alguna”.
Tras la declaración de emergencia hídrica y siendo que la situación ilegal de algunas de las arroceras del Iberá fue reconocida por la Justicia e incluso por el Icaa, “es esperable y exigible que finalmente el Icaa se decida a hacer cumplir la ley y que esta caiga con el mismo peso en todo el territorio correntino”.
“Los que velamos por el futuro del Iberá y el orden institucional de Corrientes esperamos que esta vez el Icaa actúe según su deber y detenga el robo impune de las aguas del Iberá”, manifestó Fernández.
De acuerdo a lo que señala el documento difundido por la Asociación “en la Reserva Natural del Iberá funcionan distintos establecimientos arroceros, de los cuales al menos tres son ilegales, ya que no poseen Evaluación de Impacto Ambiental, ni concesión para bombear los miles de millones de litros de agua que utilizan para regar los cultivos; agua que pertenece al dominio público de la provincia de Corrientes. Este hecho se agrava si se considera que estos establecimientos se encuentran en una cuenca hídrica declarada Reserva provincial y protegida por distintos tratados nacionales e internacionales”.
En distintos procesos iniciados a partir del año 2006, la clandestinidad de tres arroceras ha sido denunciada ante el Icaa y ante la Justicia de la provincia. “Contrastando con la escandalosa pasividad del Icaa, en todos los casos la Justicia falló a favor de los denunciantes dictando medidas cautelares que ordenan la suspensión de las actividades de las distintas arroceras. Aunque actualmente estas medidas cautelares siguen firmes, estos establecimientos siguen cosechando normalmente, resguardados por una cada vez más evidente complicidad con el Icaa”, asegura el ambientalista.
“Las arroceras del Iberá sobre las que pesan medidas cautelares son Arrocera "Estancia del Uguay" que riega sus cultivos con aguas bombeadas de la laguna Fernández; Arrocera "Don Antonio" que toma agua de la laguna Trin; y la Arrocera "Rogelio Zampedri SA" que mantiene sus sembradíos con aguas captadas de la laguna Iberá.
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