Los Trabajadores de las fincas Bananeras Freeman uno y dos del cantón de Siquirres, provincia de Limón en El Caribe de Costa Rica, denunciaron que no soportan más seguir tomando el agua que suministra la empresa por la contaminación y piden al Ministerio de Salud investigar el envenenamiento de que son víctimas.
"Desde hace mucho tiempo los trabajadores se quejan por la calidad de agua que están tomando", declaró Carlos Arguedas, Secretario de Asuntos Ambientales del Sindicato de Trabajadores de las Plantaciones (SITRAP).
Informó que el año pasado se realizó un muestreo del agua por parte de Clemens Rupert, del Instituto Regional de Investigación de Sustancias Tóxicas de la Universidad Nacional (IRET), y los resultados demuestran una grave contaminación con coliformes, y se tiene programado realizar un estudio sobre los agroquímicos.
"Pero la gota que rebasó el vaso ha sido el hecho de que la empresa abrió un nuevo pozo, y desde hace una semana está suministrando agua del nuevo pozo que es totalmente salada y ese es el líquido que está suministrando la empresa en las casas de los trabajadores", denunció Arguedas.
El dirigente sindical y ambientalista caribeño dijo que "cansados de este problema y ante la indiferencia de los administrativos de la empresa a la queja planteada, trabajadores que laboran en la corta de banano se negaron a salir al campo el día 4 de febrero porque no pueden a sus familias tomando el agua en esas condiciones".
Arguedas informó que en vista de que los trabajadores habían solicitado una reunión con la gerencia para tratar otros temas, se aprovecho para plantear el caso del agua "sin llegarse a ningún acuerdo por parte de la compañía y la participación de la representante del ministerio de Trabajo".
Además, aseguró que la representante del Ministerio de Trabajo "se negó hasta a escribir en acta la posición de los trabajadores".
Por otra parte, "la representación patronal, con la complicidad de la representante del Ministerio se negó a permitir en dicha reunión a dos representantes del Sindicato Sitrap, y tampoco aceptó que en la minuta quedara la ponencia del Sindicato", aseguró Arguedas.
Detalló que la familia compuesta por Emilet Aguilar González y su esposa Karol Godines Godines tienen tres hijos, viven en una casa que le asignó la empresa.
Arguedas relató que "esta familia tiene siete años de trabajar, dice que han sufrido con el agua y durante estos años han tenido que recoger agua de lluvia para tomar, y cuando no llueve tienen que caminar cerca de dos kilómetros que traer agua de donde un familiar fuera de la finca".
Resaltó que el agua que suministra la finca, además que deja un color amarillento, huele muy mal y el sabor es totalmente desagradable, la situación que vive esta familia es la que viven todas familias en las 120 casas que tiene la empresa en esa zona.
Arguedas anunció que la secretaria de Salud Ocupacional del Sindicato SITRAP, está solicitando al Ministerio de Salud de Siquirres, la intervención inmediata a fin de buscar la solución más adecuada, ya que hay gran temor entre los vecinos de una epidemia, en dicha finca.
Cabe recordar que un estudio del IRET sobre contaminación de agua con agroquímicos, realizado en el 2005, resaltó que "la gente, en la mayoría de los casos, es consciente de la pobre calidad de su agua y de los riesgos asociados, sin embargo siguen utilizando esta agua porque no hay otras alternativas a su alcance".
El estudio explica que el agua superficial y el agua subterránea se utilizan, entre otros, como fuentes de abasto a la población y a las actividades económicas. Según Jenny Reynolds, investigadora Emérita de la Universidad Nacional (UNA); más del 80% de la población nacional se abastece con agua subterránea.
El agua subterránea es un recurso importante, relativamente fácil y barato de extraer. En general tiene una buena calidad y no requiere mayor tratamiento adicional para ser usada. Por lo tanto, los acuíferos son los mejores reservorios de agua de buena calidad y representan un patrimonio para el desarrollo futuro de Costa Rica, según el estudio del IRET.
En Costa Rica, igual que en otras regiones del mundo, el uso descontrolado del agua y el poco control sobre las actividades que afectan este recurso ha provocado un deterioro de su calidad.
En El Caribe costarricense, los problemas asociados con la calidad de las aguas subterráneas, específicamente la vulnerabilidad de los principales acuíferos se deben a infiltraciones de aguas residuales y de agroquímicos.
El estudio afirma que esa es la tendencia creciente observada en las concentraciones de nitratos de varios acuíferos, ocasionada por el uso de fertilizantes nitrogenados en las actividades agrícolas intensivas y por los efectos de la infiltración de las aguas fecales de los tanques sépticos ampliamente utilizados en áreas con alta permeabilidad, de acuerdo con el IRET.
Fuente: Diario Digital Nuestro País
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