Según el jefe comunal de Gualeguaychù, las algas se deben a la papelera instalada en la costa uruguaya de Fray Bentos “ya que las cantidades siderales de nutrientes que arroja esta empresa al río, favorecen el fenómeno de ’eutrofisación’ y por lo tanto hay floración algal”.
El intendente recordó que Botnia arroja diariamente, según propias estimaciones de la pastera, 60 kilogramos de fósforo y 600 de nitrógeno, y que el hecho de que la papelera “haya estado en el centro de la escena no es casualidad y tiene una relación con esta floración algal”.
Las declaraciones de Bahillo tienen lugar luego de que el gobierno nacional anunciara oficialmente que la gran mancha aparecida en el río Uruguay, y que Gualeguaychú vinculó a un presunto efecto contaminante de Botnia, correspondía en realidad a la presencia de algas, en coincidencia con la versión de Uruguay.
El mandatario comunal recordó que al sobrevolar la zona junto al gobernador Sergio Urribarri “se observaba como se modifican las características de las aguas en el lado del río donde impacta directamente la pastera”.
“Independientemente del hecho de que había algas, que era obvio porque se notaba a simple vista, eso no implica que no haya además otros compuestos, quizás en esa sustancia blanca que se notaba claramente y que nada tiene que ver con el color de las algas”, remarcó Bahillo.
El intendente consideró “lamentable” que tengan que “suceder estos acontecimientos para comprobar que Botnia contamina”, y resaltó que “la mancha sobre el río es la muestra clara de que todo lo que la comunidad de Gualeguaychú venía diciendo es cierto”.

IGNORANCIA. Por su lado, el ex funcionario de la Cancillería argentina, Raúl Estrada Oyuela, afirmó que la proliferación de vegetales en el río Uruguay se debe a la escasez de oxígeno en el agua que causa la propia planta de pasta de celulosa de Botnia.
El ex encargado de Asuntos Ambientales del Ministerio de Relaciones Exteriores cuestionó a quienes manifestaron que la mancha que apareció hace unos días frente a Gualeguaychú eran algas y replicó: “Esto es muestra de la ignorancia más supina, porque en sí las algas son producto de la contaminación”.
El diplomático argentino dijo que “esto es como el fenómeno que se ha producido en el mar Báltico, en zonas cercanas a las plantas de celulosa. Pero también sucedió en Chile. Cuando se contamina con exceso de nutrientes un curso de agua, lo que sucede es que crecen microorganismos hasta que se rompe el equilibrio, creando una zona oscura que impide que pase la luz para generar fotosíntesis. Es lo que pasó en el Támesis, o lo que sucede en el Riachuelo”.
El ex funcionario añadió que “desde el primer momento conocíamos estos problemas, pero no teníamos respuestas. Ahora, que salga una autoridad uruguaya diciendo que no es nada, que son algas solamente, es muestra de la ignorancia más supina. Porque en sí las algas son consecuencia de la contaminación”.
Al respecto, añadió que “el estudio que hizo el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) muestra un crecimiento muy serio de las dioxinas y furanos, lo que produce malformaciones. Por eso, esto era perfectamente previsible, fue previsto por Argentina a Uruguay, aunque la forma de encarar este proceso desde el gobierno fue distinta”.
Finalmente, el ex funcionario fue terminante al afirmar que “no hay política ambiental en Argentina. Se tiene que hacer desde el principio un análisis de lo que está pasando, y a partir de ahí delinear las políticas. Pero lo que no se ve es un arranque en esto”.

“Monitoreo permanente”
El vicegobernador Eduardo Lauritto manifestó que el estudio llevado a cabo por Nación “ha sido serio”, aunque “seguimos absolutamente atentos al cuadro de situación que se está dando, y preocupados por el tema de la contaminación del aire y del agua”.
“Hay que tener muchísimo cuidado con el esquema de Botnia”, porque “el río Uruguay tiene un ecosistema frágil y que el sistema que utiliza la pastera obliga a tener un monitoreo permanente porque no está totalmente libre de cloro”.