Un vecino de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca diseñó un innovador sistema que produce pasto en cantidad en pequeños espacios -a través de un procesador de semilla, módulos y sistema de riego- que puede ayudar a los ganaderos a enfrentar la falta de forrajes ante la fuerte sequía que afecta la zona.
La iniciativa le pertenece a Rubén San José, quien desde hace cuatro años trabaja en el proyecto de "fabricar pasto verde y fresco" para el ganado en invernaderos, a bajo costo y en un lapso de entre 30 y 45 días.
Ante la prolongada sequía que afecta la región, que provocó una gran mortandad de animales por falta de forrajes, la idea de San José es celebrada por los productores rurales de la zona que intentan preservar el ganado.
San José dijo a Télam que la idea de fabricar pasto "es viejísima, aunque yo vengo trabajando en el tema desde hace cuatro años: no produzco el pasto en mi casa sino que voy a los campos y de acuerdo a las necesidades del productor instalo el equipo y en un lapso de 30 a 45 días, ya tiene pasto fresco y nutritivo para su hacienda".
San José detalló que una ’máquina estándar’ consiste "en un procesador de semilla -que lleva incorporado un tanque de agua de 1.100 litros-, un regador que distribuye los nutrientes y 15 módulos completos con bandeja y sistema de riego por aspersión, los que también cuentan con una cisterna de agua de 1.100 litros".
"Las unidades de producción presentan diversos tamaños según la necesidad de forraje del productor, pero para tener una idea, en 100 metros cuadrados de superficie se pueden producir hasta 9.000 kilogramos de pasto forrajero en forma contínua", aseguró el bahiense quien se declaró además como un "estudioso" del suelo y del clima.
A modo de ejemplo, San José dijo que a través de la forma de trabajo que emplea, "cada productor rural hace su propio pasto en su campo" y que la idea ya la llevó a la práctica con "chacareros chicos y medianos que poseen entre 60 y 600 vacas, y que pueden producir de 9 mil a 90 mil kilogramos de pasto por mes".
Tras precisar que "el rinde es de entre 50 y 60 kilogramos de pasto por metro cuadrado", el emprendedor aclaró que el consumo de agua para producirlo es mínimo "menos de 2 litros por kilogramo de forraje producido".
San José subrayó que "dos kilogramos de pasto fresco y natural fabricado, es similar a un kilogramo de alimento balanceado".
Comentó que un equipo básico "que fabrica 9 mil kilogramos de pasto por mes, tiene el valor de 10 vacas lecheras", aunque remarcó que el pasto fabricado "es un complemento para el animal, pero con mucho menos costo para el productor rural".
Dijo, además, que "a diferencia de cualquier alimento no consumido directamente a diente en una pradera, este es un producto que llega vivo a la boca del animal, en pleno crecimiento. Conserva todas sus vitaminas y enzimas digestivas, que son tan valiosas para el ganado", apuntó San José.
Luego agregó que el aspecto, color, sabor y textura del pasto fabricado "atraen al animal que se reencuentra con un alimento genéticamente conocido por él, y en el que además de todos los nutrientes -que están patentados por San José- está incluida una parte del agua necesaria en la dieta del ganado".
"Al equipo lo maneja cualquier peón de campo y no gasta en energía, aunque el agua debe ser potable porque si tiene arsénico afecta la semilla", advirtió.

Télam