Doce desaparecidos y un millar de personas evacuadas produjo, este lunes, un alud de agua y barro en Tartagal, Salta, a raíz del derrumbe de un cerro provocado por lluvias torrenciales que azotan a esa zona. Los habitantes de la ciudad, ubicada a unos 350 kilómetros de la capital provincial, vieron cómo en instantes eran arrasadas casas, autos, postes de luz y un puente ferroviario, que los dejó aislados. Lo que no estuvo claro durante toda la tarde era si había víctimas fatales: mientras el jefe de Gabinete, Sergio Massa, decía que sí, el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey hablaba de desaparecidos y no lo confirmaba. Finalmente a las 23, negó que lo hubiera.
"Afortunadamente por la hora en que sucedió no fue una desgracia mayor de la que fue", reconoció Urtubey, quien precisó que hasta esta noche "dos mujeres de 59, 60 años y de 73" se encontraban desaparecidas.
Al respecto, precisó que "más temprano hubo listas más largas, pero fuimos encontrando a la gente" y ratificó que había "500 evacuados en centros" de emergencia montados por el Municipio y la provincia, y "un número mayor de autoevacuados que se fueron a casa de parientes o amigos".
IMPRECISIONES. Más temprano Massa había dicho que "lamentablemente hay pérdidas de vida que lamentar" y Urtubey había asegurado que hay dos mujeres desaparecidas, pero no confirmó la existencia de fallecidos.
Si bien Massa no precisó cuántos muertos hubo, aseguró esta noche que "1.200 personas quedaron sin viviendas y lamentablemente hay pérdidas de vida que lamentar". Además dijo estar "comunicado permanentemente" con el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey.
A esta contradicción en la información brindada por el Ejecutivo provincial y nacional, se suman las declaraciones confusas de los oficiales de Gendarmería y un funcionario salteño. Por un lado, el subcomandante del escuadrón 52 de Gendarmería Nacional, Dardo Ibarra, había informado la muerte de dos personas al diario salteño El Tribuno Digital. Ibarra había declarado que se trataba de una "estimación extraoficial" construida a través de denuncias verbales de familiares directos.
Más tarde Ibarra negó, en diálogo con la agencia DyN, que se hayan reportado dos muertos, como indicaba la versión periodística. También el secretario de Abordaje Territorial, Francisco Marinaro Rodó, sostuvo que "no hay información de pérdidas de vidas humanas".
Respecto a los desaparecidos, Urtubey precisó que dos mujeres de 73 y 60 años permanecían desaparecidas esta noche y que la situación "es un desastre total".
"Tuvimos que sacar de sus casas a 500 personas por miedo a derrumbes. Más de 1.000 familias perdieron todo y 3.000 van a tener serios problemas. Calculamos que los afectados son 10.000", agregó el mandatario.
Urtubey también agregó que "la contingencia superó todas las prevenciones. Después veremos que es lo que tenemos que hacer para que esto no vuelva a pasar".
Más temprano Ibarra aseguró que "de acuerdo a reportes de vecinos" fueron buscadas a lo largo del día unas doce personas, dos de los cuales son menores"."Estamos trabajando con bomberos y gente de la policía para encontrarlos lo más rápido posible".
EL OPERATIVO DE EMERGENCIA. El gobierno provincial y el municipio implementaron un operativo de emergencia a través de la Dirección de Defensa Civil y la policía provincial. Es para evacuar a los pobladores y coordinar la búsqueda de personas que se habían separado de sus familiares, informaron.
A su vez, cerca de las 18 horas el jefe de Gabinete, Sergio Massa, informó que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dispuso la ayuda del gobierno y el envío de tres funcionarios a la ciudad de Tartagal. Massa anunció esta tarde que el gobierno nacional decidió enviar a los ministros del Interior, Florencio Randazzo, de Desarrollo Social, Alicia Kirchner y al secretario de Promoción y Programas Sanitarios del ministerio de Salud, Juan Carlos Nadalich.
El jefe de Gabinete dijo que esta tarde habló con la presidenta, en España, quien decidió "poner todo el gobierno en ayuda de la gente y del gobierno salteño".
Gran parte de la ciudad de Tartagal quedó prácticamente aislada dado que a la falta de energía eléctrica, servicios de telefonía y televisión por cable, se sumó la caída de un puente ferroviario que fue arrastrado varios metros por el río. El desmadre del río Tartagal cortó los puentes que comunican uno y otro lado de la ciudad.
El gobernador de Salta se instaló esta mañana junto a una decena de funcionarios de su gabinete en Tartagal para coordinar las tareas de asistencia y evacuación de los pobladores.
EL ALUD. El alud fue generado por la crecida del río Tartagal, provocada a su vez por las fuertes lluvias que cayeron en la zona durante el fin de semana.
Las autoridades ordenaron la evacuación de personas que viven en la zona ribereña, además de las que padecieron la destrucción de sus viviendas, porque rige para la zona un alerta meteorológico según el cual hasta el miércoles pueden continuar precipitaciones.
El gobierno informó que fueron evacuados pobladores de los barrios Ferroviario, Santa María, Militar, Mariano Moreno, Villa Güemes, Villa Saavedra y zonas aledañas al río Tartagal.
El gerente de Atención a las Personas del hospital de Tartagal, Jorge Tapia, informó que se dispuso un alerta en las guardias y del sistema de ambulancias.
Sin embargo, destacó que hasta la tarde de hoy "no se registraron emergencias médicas". El director de Operaciones de Defensa Civil, Lucio Ganami, confirmó que no hay emergencia en otras zonas de la provincia y destacó que pasado el mediodía los ríos Bermejo y Pilcomayo están estables.
El alud ingresó a la ciudad alrededor de las 9.30 de hoy con una fuerza inusitada y arrastró casas ubicada a la vera del río, tal como ocurrió en oportunidades anteriores cuando la crecida del Tartagal supera las defensas del terreno.
En tanto, decenas de casas en un radio de unas seis cuadras quedaron inundadas.
Defensa Civil, Gendarmería, policía, empleados municipales y trabajadores de distintas empresas trabajan en la zona para localizar y asistir a los pobladores.
Varias familias se quejaron porque la intensidad del alud les impidió salvar elementos de las viviendas, por lo que la mayoría de los vecinos perdió casi todas sus pertenencias.
El alud arrasó con árboles, casas, automóviles y un puente, por lo cual cuando bajó un poco el agua los pobladores se encontraban con vehículos sobre los techos de sus viviendas.
El agua también llegó hasta el casco céntrico de la ciudad.
Algunos pobladores coincidían en señalar que este fenómeno era aún más grave que la inundación ocurrida en 2006 y señalaron que al menos una parte de las obras realizadas entonces quedaron hoy destruidas.
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