A raíz de un alud de barro y agua provocado por lluvias y que arrasó con viviendas, vehículos y un puente ferroviario, en la ciudad salteña de Tartagal, al menos dos personas permanecían anoche desaparecidas y otras 500 fueron evacuadas. El desborde del río Tartagal, ocurrido ayer, registra un antecedente en 2006, cuando un fenómeno similar generó otro desastre de proporciones y las autoridades prometieron inversiones y obras en la ciudad del norte del país, para evitar que se repita un siniestro de semejante magnitud.
Sin embargo, según informaron a Hoy fuentes de la gobernación salteña, el Gobierno nacional invirtió mucho menos dinero del que había pormetido y las obras hidráulicas que habían sido proyectadas quedaron incompletas.
Ayer, el subcomandante del escuadrón 52 de Gendarmería Nacional, Dardo Ibarra, aseguró que “de acuerdo a reportes de vecinos” fueron buscadas a lo largo del día unas doce personas, aunque el gobernador Juan Manuel Urtubey precisó que dos mujeres de 73 y 60 años permanecían desaparecidas anoche. Ibarra negó que se hayan reportado dos muertos, como indicaba una versión periodística.
Urtubey precisó que 500 personas permanecían evacuadas anoche en cuatro centros de emergencias dispuestos por el Municipio, aunque las personas afectadas por el fenómeno serían “no menos de 10 mil”, confesó Urtubey. De esas 10 mil, unas tres mil sufrieron perdidas totales en sus viviendas, agregó. El gobernador se instaló ayer a la tarde en la zona y encabezó el comité de crisis que se organizó en la Municipalidad de Tartagal, para coordinar las tareas de asistencia y evacuación de pobladores.
Algunos pobladores coincidían en señalar que este fenómeno era aún más grave que la inundación ocurrida en 2006. En aquel momento el Gobierno nacional había anunciado un plan de obras para el río Tartagal en dos etapas, para evitar consecuencias similares.
Según el anuncio oficial la inversión para las obras denominadas de “Control de erosión, estabilización del cauce y protección de obras de arte del Río Tartagal”, ascendían a más de 60 millones de pesos.
El convenio lo firmaron el gobernador Urtubey y el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación, Julio De Vido. En diciembre de 2007 se anunció la segunda etapa, que comprometía una inversión superior a los 23 millones de pesos. Sin embargo, según afirman fuentes de la gobernación salteña, el monto invertido fue mucho menor y las obras nunca llegaron a completarse. Además, pobladores de Tartagal señalaron ayer que al menos una parte de las obras realizadas entonces quedaron destruidas por el alud.
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