El ministro de Energía, Marcelo Tokman, ha manifestado su preocupación por el aumento de la importancia de los proyectos termoeléctricos en nuestra matriz energética debido al gran efecto que eso tiene en las emisiones de gases efecto invernadero, que son los que generan el calentamiento global. De hecho, algunas instituciones han dicho que Chile es uno de los que más han aumentado sus emisiones de CO2 actualmente.
La alternativa a esta negativa situación es la promoción y desarrollo de proyectos de Energías Renovables No Convencionales (ERNC). Dada nuestra geografía, en el caso de Chile el desarrollo de ERNC depende muy especialmente de la posibilidad de ejecutar centrales hidroeléctricas de pasada, que no inundan amplias superficies y tienen mínimos impactos ambientales.
Sin embargo, las centrales hidroeléctricas de pasada no son posibles de desarrollar en cualquier lugar del territorio nacional, sino que sólo en aquellos lugares en que existe un caudal y un desnivel que hagan técnica y económicamente viable la instalación de un proyecto.
Por eso es tan importante el reciente fallo de la Tercera Sala de la Corte Suprema que rechazó un recurso de protección contra la resolución de la Corema Región de los Lagos que aprobó el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Mini Centrales Hidroeléctricas de Pasada Palmar-Correntoso, un pequeño proyecto de 13 MW, sin embalses y con importantes medidas ambientales.
La decisión de la Corte Suprema va a permitir el desarrollo de proyectos de ERNC en Chile, pues confirma algo que era obvio, pero que no se había cuestionado judicialmente antes en caso de otros proyectos de este tipo que se han ejecutado en parques nacionales. La Corte Suprema ha señalado que sí es posible desarrollar proyectos de este tipo en parques nacionales, siempre y cuando sean previamente aprobados por la autoridad ambiental, debiendo los proyectos someterse en todo caso a una rigurosa evaluación técnica "compatible con los objetivos de dichos espacios de preservación de las bellezas naturales y de la flora y fauna".
Sostener lo contrario, es decir, la prohibición absoluta del desarrollo de este tipo de proyectos en parques nacionales, significaría excluir de la posibilidad de este tipo de centrales, las más amigables con el medio ambiente, a alrededor de 14 millones de hectáreas -esto es, el 19% del territorio nacional-, que han sido declaradas bajo distintas categorías de protección bajo la tutela de Conaf, sin contar superficies que han sido calificadas bajo otras categorías de protección.
El desarrollo de centrales hidroeléctricas de pasada permitirá mejorar las condiciones ambientales, reemplazando proyectos termoeléctricos de manera limpia, disminuyendo el aumento de las emisiones de CO2 y aliviando las legítimas preocupaciones del ministro de Energía.
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