Sensaciones de impotencia, miedo e incertidumbre de no saber cómo proceder ante lo inesperado se apoderaron ayer de los pobladores de Tartagal, la ciudad de Salta, donde un alud de barro, agua y troncos arrasó con todo.
Presos de la desesperación y la angustia, los vecinos observan cómo una vez más su ciudad es fuertemente golpeada por la tragedia.
Con un estruendo como única señal de alerta, se vieron obligados a afrontar la situación y encontrar pronto un refugio para evitar una catástrofe.
"Yo vi la muerte", expresó en medio de sollozos a lanacion.com Miriam Márquez, una vecina del lugar que ante la magnitud del alud permaneció en el interior de su vivienda, colgada de una ventana, para impedir que la fuerza del río la arrastrara.
Preocupada por los golpes incesantes del agua contra la puerta de su casa, Miriam salió a buscar respuestas a la calle y se encontró con un panorama desolador.
"Eran las diez de la mañana y vi que estaba todo mojado. No tenía idea de lo que estaba pasando hasta que vi entrar barro y agua a mi casa. Lo mismo que aparecía en algunas películas estaba pasando en mi propio hogar", contó a este medio. Y agregó, con la tristeza que origina tener que empezar de cero: "Ahora mi casa está destruida. Es como si hubiese vivido en el desastre y la mugre toda la vida".
"Ya no quiero vivir más acá. Sólo quiero que alguien me ayude. Perdí todos los muebles y las cañerías no sirven. El sacrificio de toda una vida es mi casa y ahora es un desastre. Tengo unos 30 centímetros de lodo por todos lados. Estoy desesperada", contó Miriam.
La crecida del río derrumbó ayer un puente ferroviario de 50 metros de largo y su estructura se embistió contra un puente carretero que pronto iba a ser reemplazado. Esto provocó el desvío del cauce normal del agua hacia la ciudad que quedó virtualmente divida en dos.
Las obras para encauzar la fuerza del río se iniciaron luego del alud que en 2006 sorprendió a la población. Sin embargo, son varios los vecinos, como Miriam, que consideran que todavía resta mucho por hacer.
"Nunca se hicieron las cosas bien, pero uno se da cuenta. No estudian el terreno. Es necesario que planifiquen las tareas que desarrollan", apuntó. Y remarcó que hoy se requiere de mucha gente para colaborar en la zona. "Les pido que me ayuden para salir de acá", reclamó.
Intensa búsqueda de personas desaparecidas por la crecida del río salteño
El intendente confirmó que hay dos víctimas fatales; pronostican fuertes lluvias en la zona; el ministro del Interior afirmó que se trata de "un verdadero desastre"; dónde y cómo ayudar a los damnificados
El panorama es desolador en la ciudad salteña de Tartagal tras el alud que arrasó con viviendas y autos. Hay muertos, desaparecidos y centenares de personas que debieron ser evacuadas.
El intendente de Tartagal, Sergio Leavy, confirmó que hasta esta mañana eran dos mujeres las fallecidas.
Asimismo, el intendente aseguró que nunca habían visto que el río arrastrara tanto sedimento: "No podemos creer la cantidad de palos que arrastró esta lluvia. Nos está castigando mucho la naturaleza. Hubo muchísimo desprendimiento en los cerros".
Desaparecidos. En tanto el subdirector de Defensa Civil de Salta, Gustavo Paul, informó esta mañana que eran ocho las personas desaparecidas.
Paul, en declaraciones al canal Todo Noticias, manifestó que la "policía detectó a tres personas, así que hoy por la mañana los desaparecidos bajaron a ocho", de los once inicialmente reportados.
Por otra parte, señaló que los evacuados eran "742 personas en cuatro centros, donde están siendo atendidas desde ayer".
El funcionario admitió que estas personas difícilmente puedan regresar a sus viviendas en un corto plazo, ya que las viviendas que no fueron totalmente arrasadas están "afectadas" por lo que se debió suspender los servicios de luz, agua y gas para "disminuir el riesgo".
Esas viviendas, precisó, "están llenas de barro con problemas en las instalaciones eléctricas", por eso se cortó ese y los demás servicios, aunque el resto de la ciudad ya había recuperado la luz ayer por la tarde.
El fenómeno se produjo como consecuencia de la crecida del río que atraviesa esa ciudad. El barro llegó a una altura superior a un metro en algunos sectores céntricos.
Desastre. En tanto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, aseguró que lo ocurrido en Tartagal fue un "verdadero desastre", ya que "hay unas 10 mil personas afectadas, 1100 evacuadas, gran parte de la ciudad tiene 15 a 20 centímetros de lodo" y muchos "han perdido todo".
Respecto de las causas del fenómeno, el ministro señaló que "los comentarios son que esto se origina a partir de un desmonte importante", pero advirtió que esto "hay que comprobarlo", aunque admitió que "cuando uno ve lo que ha ocurrido, hay cientos de árboles arrancados de raíz".
Además, Randazzo descartó que en la inundación haya tenido responsabilidad el hecho que las obras de contención del río que realiza el gobierno nacional aún no hayan concluido, ya que "el dique de contención" que se formó por la correntada, anegando el casco urbano, "se produce mucho antes de estos puentes" que debió levantar la Nación, "se produce por un puente ferroviario" que es del siglo XIX, dijo. "La potencia del agua termina llevándose puesto ese puente y generando lo que ha generado", sostuvo.
Alerta meteorológico. Tras el trágico alud, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un alerta meteorológico para la zona con chaparrones y tormentas, en algunos casos fuertes, lo que provocaría abundante caída de agua, ráfagas de viento y caída de granizo.
Estas condiciones se mantendrían hasta la noche de mañana. Para el resto de la semana continuarán las lluvias.
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