Durante este año se harán 30 perforaciones para dotar de agua potable a escuelas rurales de distintas localidades del interior y así mejorar la calidad de vida de alumnos y docentes, obligados a soportar la falta de servicios indispensables, con el consabido riesgo sanitario.
Las obras se enmarcan dentro del programa Promer y son ejecutadas a través del Ministerio de Educación. Está previsto que para fines de marzo las escuelas 130 de San Ignacio, 245 de Arroyo del Medio, 290 de Campo Viera, 711 de Puerto Iguazú y 794 de Aristóbulo del Valle cuenten ya con sus sistemas de abastecimiento.
Las escuelas alejadas de los centros urbanos fueron largamente postergadas y hoy cuentan con un sinnúmero de necesidades, pero al mismo tiempo presentan un crecimiento sostenido de la matrícula, por lo que las “carencias se acentúan”, admitió el profesor Francisco Conde, coordinador de la Unidad de Coordinación y Ejecución de Programas y Proyectos Especiales (Uscepp).
Las perforaciones son de 120 metros y asegurarán “la calidad y el caudal de agua dentro del predio de la escuela”, explicó el funcionario. También reconoció que las demandas de la educación en cuestiones edilicias son muchas, “la educación es un fenómeno dinámico y nunca nada se concluye”, reflexionó. “Es cierto que existen problemas de seguridad, de falta de espacio y de mantenimiento en los edificios escolares pero hay que rescatar que se viene invirtiendo muchísimo en Educación después de un largo tiempo de desinversión”.
Llueven problemas
En la zona que conforman Tobuna, Santa Rosa y Piñalito, varias escuelas deben esforzarse para proveerse el vital líquido. Algunas de ellas, como la 603 Eduardo Ramírez, ubicada en Tobuna, o la 364, situada al lado de la casilla del guardaparques del Parque Provincial Piñalito, cuentan con perforaciones totalmente destruidas y se están abasteciendo de las vertientes. Pero el problema radica, no solamente en que no es agua con tratamiento de potabilización, sino que directamente por el efecto de la sequía las vertientes están desapareciendo.
“Es urgente el tema del agua. Estamos hace más de seis meses en la escuela pegada al puesto de Guardaparques de Ecología y tomamos agua de una vertiente, es una verguenza. Ni los sanitarios podemos usar y el gran problema se presentará cuando comiencen las clases”, contó un colono que durante el año lleva a su hijo a la escuela 364.
Los vecinos de la colonia averiguaron y el año pasado necesitaban entre 19 mil y 25 mil pesos para una nueva perforación, que incluye un tanque de 10 mil litros, pero creen que con el encarecimiento de todo, los costos se deben haber disparado. Manifestaron además, haber presentado notas pidiendo urgente solución al problema, en la dirección de Supervisión del Consejo de Educación. Sin embargo, todavía no llegó la respuesta al planteo.
Obras que avanzan
Se informó además de obras de infraestructura y equipamiento a ejecutar en las escuelas rurales 137 de Florentino Ameghino, 814 de Dos de Mayo y 423 de Colonia Alberdi, que contemplan la ampliación del edificio y refacción de los espacios.
Promer es un proyecto financiado por el Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento (Birf), destinado a garantizar la provisión de servicios básicos, (agua, energía, sanitarios) a las escuelas rurales que sufren condiciones de vulnerabilidad social. Depende de la Secretaria de Educación de la Nación y articula el desarrollo de sus acciones con las provincias. En Misiones, la Uscepp es el área encargada de la ejecución del programa y las comunidades educativas pueden hacer llegar sus inquietudes en materia de infraestructura al teléfono 447726.
Para este ciclo lectivo que comienza el 2 de marzo, las escuelas 730 de Villa Cabello, 745 de Eldorado y la 801 de Jardín América inaugurarán edificios. Mientras que la construcción de la Escuela 605 de El Soberbio abarcará todo el presente año. En 2008 fueron muchas las instituciones que reclamaron refacciones en sus sedes y también la construcción de edificios propios.
Cierre para las escuelas de verano
Este viernes harán su cierre del ciclo lectivo las Escuelas de Verano con una gran muestra en el Centro de Convenciones. Ese día se expondrán los resultados de este mes intenso de trabajo con los niños, se proyectarán audiovisuales y se darán charlas sobre las distintas experiencias compartidas.
Más de 1500 chicos de las localidades de Posadas, Oberá, San Martín, Campo Grande, Campo Ramón, Campo Viera, San Vicente, Bernardo de Irigoyen, San Javier, San Ignacio y Alem tomaron parte del programa de inclusión que se conoce como Escuelas de Verano.
Están basadas en un modelo educativo que estimula el desarrollo de habilidades de aprendizaje, así como valores y actitudes con un enfoque vivencial, lúdico y exploratorio. Promueve el juego y el arte, así como el trabajo cooperativo, la diversidad, el respeto y la autoestima, entre otros aspectos
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