Ocho personas permanecen desaparecidas y unas 760 siguen evacuadas en Tartagal tras el alud de barro y agua que arrasó a la ciudad, ubicada 365 kilómetros al norte de la ciudad de Salta, mientras los socorristas trabajan con tiempos exigidos pues se anuncian más lluvias y tormentas para hoy.Hay gente que perdió todo, el alud le llevó su casa y sus pertenencias, mientras que hay otras que intentan sacar el metro y medio de barro que tienen en sus viviendas
Cuatro de los desaparecidos vivían en el barrio Santa María, uno de los más afectados por el alud, y los otros estaban cerca del puente ferroviario Packman cuando desbordó el río Tartagal. De las once personas buscadas, ayer tres fueron ubicadas por las autoridades, que mantienen la esperanza de hallar a las ocho restantes.
El director de Defensa Civil, Gustavo Paul, explicó que "entre esas ocho personas se encuentran las dos mujeres de 75 y 59 años que varios pobladores vieron desaparecer bajo las aguas. Podemos decir que hay ocho personas desaparecidas y tanto DC como Gendarmería, bomberos y el Ejército están en su búsqueda, hay versiones que dos de ellos estarían muertos pero no lo podemos confirmar hasta que aparezcan los cuerpos".
En tanto, 760 personas están alojadas en cuatro centros del sur de la ciudad, el sector mas afectado, pero "a medida que transcurren las horas continúan llegando evacuados que perdieron sus viviendas y no tienen dónde ir", explicó Paul.
El fenómeno comenzó el lunes por la mañana cuando el río Tartagal, que cruza la ciudad, desbordó debido a las intensas lluvias en el sur de Bolivia. La fuerza de las aguas arrastró lodo y árboles de los cerros que rodean a la ciudad y derribó el viejo puente ferroviario Packman, construido en 1890, cuya estructura obró como un dique y las aguas afectaron no sólo a los pobladores ribereños sino también, aunque en menor medida, a habitantes del casco céntrico.
Ayer, la ciudad de Tartagal, de unos 60.000 habitantes, apareció con sus pobladores todavía aturdidos por el fenómeno. El caudal del río bajó y muchos intentaban recuperar sus pertenencias cubiertas por el lodo.
"Hay gente que perdió todo, no le quedó nada, el alud le llevó su casa y sus pequeñas pertenencias, mientras que hay otras que intentan sacar el metro y medio de barro que tienen en sus viviendas", manifestó Ganami, de Defensa Civil.
El funcionario dijo que la tarea de Defensa Civil y de las otras fuerzas "se concentra ahora en evaluar casa por casa cual es la situación, y se trabaja con los tiempos limitados debido a que para mañana (por hoy) anuncian fuertes lluvias, tormenta y hasta granizo, lo que agravaría la situación".
En tanto, fueron confirmados cuatro casos de dengue, mientras que otros 88 casos fueron descartados y 49 muestras aún están en análisis. Las autoridades están atentas al riesgo de nuevos contagios en la zona afectada por aludes e inundaciones, pues es precisamente en el agua estancada donde prolifera el mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, y la situación en la zona complica las tareas de prevención.
Las tareas de asistencia tras el alud
El Ejército continuaba desarrollando ayer tareas de asistencia a los damnificados por el temporal en la ciudad salteña de Tartagal, a través de la Guarnición de Ejército "Salta", que comenzó el alistamiento de efectivos y medios para materializar la ayuda a esa zona, afectada por las lluvias que provocaron el desborde del río de la ciudad, ubicada a 400 kilómetros al norte de la capital salteña. También el Batallón de Ingenieros 5 desplegará dos plantas potabilizadoras de agua y el personal para operarlas.
Cada planta tiene la capacidad de producir 2 mil litros de agua por hora y, si el agua de la zona se encuentra contaminada, puede producir hasta 600 litros en un proceso más lento. Dicha maquinaria ya fue empleada en febrero de 2008 en las zonas de Tartagal y Aguaray.
Asimismo, el personal de Sanidad del Regimiento 28 y de la Compañía de Cazadores de Monte 17 continúa participando en las actividades de evacuación sanitaria de familias ubicadas en lugares que sólo se puede acceder con los vehículos Unimog del Ejército.
Mientras tanto, personal de Defensa Civil trabaja para el desarmado del puente ferroviario y para la remoción de los obstáculos que ocasionaron el desborde del agua, al igual que en la remoción de cargas sísmicas en las zonas del puente y los barrios aledaños de la ciudad que fueron arrastradas por el río.
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