En dependencias de la dirección Provincial de Vialidad se produjo ayer uno de los últimos pasos administrativos legales tendiente a la ejecución, por una parte de tres nuevas obras de regulación en diferentes tramos del riacho El Porteño, y por el otro, la segunda etapa de las defensas de protección a la vera del río Bermejo en jurisdicción de El Colorado.
El jefe del distrito Vial I de la DPV, Horacio Cuño, el Escribano Mayor de Gobierno, Héctor Gallardo, representantes de las empresas que presentaron sus ofertas, tomaron parte del acto donde se conocieron las cotizaciones de las firmas interesadas en ejecutar los trabajos, los cuales financiados por la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación, estarán comenzando dentro del primer semestre de este año.
Respecto a las tres importantes licitaciones para construir obras que hacen al manejo de los recursos hídricos en la zona norte de la provincia, puntualmente sobre el cauce del riacho El Porteño, abarcan las jurisdicciones de Ceibo 13, Primera Punta y San Juan. Las mismas, son una independiente de otra, aunque conforman parte de todo un gran sistema que abarca un cauce de más de 220 kilómetros.
Se tratan de limpieza y adecuación de cauce, la construcción de compuertas reguladoras, entre otros trabajos, de tal manera que resulte factible su manejo hídrico integral de manera tal de promover la transformación de la estructura socioeconómica asentada en la zona y de esa manera ampliar las fronteras agropecuarias. Se tratan de series de diques reguladores que permiten la disponibilidad de agua -tomadas desde el Bañado la Estrella- en el curso durante todo el año, inclusive en los periodos críticos.
Estas obras de regulación beneficiarán de manera directa a una población superior a los 60.000 habitantes de los cuales 35.000 aproximadamente están asentadas en localidades de Villa General Güemes, General Belgrano, Misión Tacaaglé, El Espinillo, Buena Vista, Siete Palmas, Laguna Blanca, Laguna Naineck, Palma Sola, Paso Naité, Riacho He Hé y La Frontera y el resto corresponden a comunidades rurales pobladas por familias minifundistas.
Son 500.000 hectáreas las que forman parte del área de influencia del riacho El Porteño lo que pone de relieve las proyecciones que tendrán las nuevas obras. De todas ellas, hay 80.000 aptas para la agricultura, 350.000 para la ganadería y 40.000 aptas para la utilización del riego
Con la iniciativa del Gobierno provincial, El Porteño volverá a estar totalmente dinámico y a tener agua a lo largo de su curso durante todo el año, cuando antes, esto se daba sólo durante el lapso de seis meses.
Ahora y merced a la serie de obras ejecutadas, con punto de inicio en la zona de la laguna La Salada, (la llave de este sistema), se contará de modo permanente con la disponibilidad de agua en cantidad y calidad. Esto implica un gran beneficio, ya que de esta manera se garantiza la provisión de agua a las muchas poblaciones que se encuentran a la vera del riacho y además para los emprendimientos productivos.

Segunda etapa
Respecto a las obras de defensas de protección de El Colorado, en este caso correspondiente a su segunda etapa, implicará la colocación de nuevos espigones y otros trabajos correctivos, de acuerdo a lo proyectado cuando se inició la primera fase, dado que el comportamiento errático del río Bermejo, implicaba justamente correcciones posteriores y necesarias luego de los embates de las crecidas.
Las obras habilitadas tiempo atrás implicó la construcción de las barreras de costas, pilotes metálicos que conformaron el soporte de más de una veintena de espigones con el propósito de evitar el erosionamiento de las barrancas.
Tras observar los trabajos, precisó que cada espigón demandará cerca de una semana de trabajo cada uno, agregó que se construirán aproximadamente 24 de ellos y que la obra finalizaría en octubre o noviembre de este año.
Se ejecutó asimismo toda una línea del muro de hormigón que forma parte del sistema y que tiene como propósito salvar las estructuras o base del puente Libertad de los problemas que causan los embates de las aguas.
Este murallón de cemento se trata de una enorme estructura que corre paralelo a las costas y protege adecuadamente las bases del puente de los oleajes que se tornan violentos en tiempos de crecida del río.