Si como muestra basta un botón.
En 1997 estalló el conflicto entre los trabajadores de la recientemente privatizada YPF de la zona de Mosconi y Tartagal. Eran los días en que nacían los piquetes como manifestación de quienes no podían afectar de otra manera los intereses de quienes los habían despedido. Los desocupados tuvieron que buscarse una nueva forma de medida de fuerza, pues no se podía hacer una huelga o retención de tareas cuando ya no estaban en sus lugares de trabajo. Empezaron entonces a cortar las rutas salteñas.
Producto de esa prolongada resistencia, el poder político provincial y nacional (en manos de Romero y Menem, respectivamente), y las fuerzas represivas comenzaron a aumentar su dureza y su puntería. En abril de 2000, ya con el gobierno nacional de De la Rúa, la policía salteña desalojó la Ruta 34 a los tiros y asesinó a uno de los manifestantes.
Aníbal Verón tenía 37 años y había sido despedido de una empresa automotríz que además le adeudaba ocho sueldos. Su caso es recordado por ser una de las víctimas de la represión en democracia.
El nombre de Aníbal Verón, el anonimato de las muertos y desaparecidos de estos días y de las anteriores víctimas por la inundación del año 2006, o el de los indígenas desalojados por las topadoras que arrasan a diario el bosque chacosalteño para imponer la soja, pueden servir de lamentable ejemplo para entender cómo las malas políticas terminan cayendo por sobre el pueblo, a veces en formas más elocuentes que otras.
El filósofo Carlos Marx ha dicho que lo que sucede una vez como tragedia suele repetirse como farza. La propia presidenta lo parafraseó durante el conflicto agropecuario (aunque no citó la fuente).
En 2006, ya con el gobierno de Néstor Kirchner, las lluvias y la inundación provocaron que se derrumbara buena parte de la ciudad. En ese momento los especialistas señalaron que el desmonte desmedido que se venía realizando en la zona producía la erosión del terreno y que la vegetación arrasada era fundamental para equilibrar el ecosistema. La ecuación es simple: los árboles absorben gran parte del agua que cae por las lluvias que siempre son cuantiosas en esta época de año.
Hace 14 meses que la Ley de Bosques está sancionada, sin embargo este gobierno no la reglamenta. El texto impide la explotación de bosques nativos.
A doce años de la privatización de YPF, el pueblo de Tartagal sigue sumido en la pobreza. Ayer, cuando gran parte de la ciudad salteña perdía lo poco que le quedaba, la Presidenta se reunía en España con Antonio Bruffau, dueño de Repsol, la empresa que se quedó con la petrolera estatal.
Cristina Fernández aseguró que en la tarde de hoy visitará la zona afectada por el alud, si el clima lo permite. Habrá que ver qué responsabilidades asume y qué nombre le pone a estas nuevas muertes
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