El debate y la defensiva se están sucediendo en la red. La información llega por mails en cadena y el archivo denuncia, con imágenes, la destrucción de glaciares para la extracción de oro y plata por parte de la multinacional Barrick Gold Corporation. La empresa en su sitio web (www.barrick.cl/) explica de qué se trata la operación: “Pascua Lama es el primer proyecto minero binacional del mundo y consiste en desarrollar una mina de oro, ubicada a más de 4.000 metros de altura en la frontera de Chile con Argentina. Por el lado chileno, Pascua se ubica en la provincia de Huasco, región de Atacama, mientras que por el lado argentino, Lama se sitúa en la provincia de San Juan”.
Informan también que la inversión estimada es de US$ 2.300 millones y una vida útil de la mina de al menos 23 años y la cantidad de reservas comprobadas es de 18 millones de onzas de oro, 731 millones de onzas de plata y 662 millones de libras de cobre.
Barrick Gold Corporation es la multinacional minera dedicada a la extracción de oro más grande del mundo, con sede en la ciudad canadiense de Toronto, que mantiene más de 27 minas operativas. Hasta el “93 con operaciones sólo en Norteamérica, luego se extendió a Perú, Chile y desde 2001 opera en la Argentina. “Sudamérica es un área estratégica para el crecimiento futuro de la empresa”, sostiene Barrick Gold.
Los estudios de impacto ambiental en los dos países fueron aprobados en 2006. A fines del año pasado la presidenta Cristina Fernández favoreció a la multinacional con el veto de la ley de Glaciares que había sido aprobada por unanimidad por ambas Cámaras. La ley prohibía la liberación, dispersión o disposición de sustancias o elementos contaminantes, productos químicos o residuos de cualquier naturaleza o volumen; también la construcción de obras de arquitectura o infraestructura, excepto las necesarias para la investigación científica; la exploración y explotación minera o petrolífera y la instalación de industrias.
Los inversores como siempre hablan de la creación de miles de puestos de trabajo -5.500 en este caso- y por supuesto de desarrollos económicos y sociales para Chile y Argentina.
Por su parte Greenpeace criticó duramente el proyecto cuestionando la intervención directa de tres glaciares -Toro 1, Toro 2 y Esperanza- ubicados sobre el área del rajo de la mina, que la empresa removerá, el manejo de sustancias tóxicas de alta peligrosidad como el cianuro de sodio, y el alto riesgo de contaminación de las aguas que conforman la cuenca del río Huasco son parte de las “externalidades: como eufemísticamente se denomina a las alteraciones en los ecosistemas, que las comunidades agrícolas debieran soportar como resultado de este cuestionado emprendimiento minero”, señala.

MÁS SUBDESARROLLO
Por otra parte, otra minera comenzó a operar en el suelo de Santa Cruz. Se trata de Pan American Solver, compañía en la que tiene participación el magnate Bill Gates, que ya extrajo oro y plata. Esto generó el rechazo masivo de los vecinos de la zona que denuncian la contaminación de las aguas con cianuro. “La minera usará unos 360 mil litros de agua por hora que nunca se van a recuperar”, explicó María Laura Petralli a Criticadigital.
Además, la ecologista sostuvo que los metales pesados que acompañan la extracción del oro y plata “genera una gran contaminación de los suelos”.
La minera está ubicada en el sector denominado Manantial Espejo, cerca de la frontera con Chile, a unos 160 kilómetros al oeste de San Julián. Allí, desde 1980 se estudia la posibilidad de extraer oro y plata.