La "incursión de actividades que contaminen a los glaciares", como las explotaciones mineras y petrolíferas encaradas en la zona corillerana, pueden provocar la pérdida "permanente del aporte de agua dulce", afirmó un grupo de ambientalistas y científicos.
Nueve profesionales de Argentina, Colombia y Perú lanzaron una campaña para reunir firmas con el objetivo de que el Congreso apruebe nuevamente la denominada Ley de Glaciares, que tras ser sancionada casi en forma unánime fue vetada a fines de 2008 por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"Si permitimos la incursión de actividades que contaminen los glaciares y su entorno, e inclusive que 'quiten' trozos de glaciar, sencillamente perderemos su permanente aporte de agua dulce", expresó Gustavo Affranchino, ingeniero químico y miembro del equipo administrador de la campaña de difusión.
Affranchino aseguró que la contaminación y desaparición de los glaciares influirá en forma negativa en "todo el ecosistema" y provocará resultados "que pueden ser impensados". Para el especialista, "la disminución de la masa glaciaria", que es una situación que afecta "al planeta", conlleva "una pérdida de disponibilidad de este recurso de agua dulce e incrementa la altura de los océanos, inundando y hasta sumergiendo zonas habitadas".
"La vida como la conocemos existe gracias a un delicado equilibrio que aparece en la conjunción entre aire, agua, tierra y energía. Si se daña alguno de esos factores, la vida peligra", explicó Affranchino.
El equipo de especialistas latinoamericanos lanzó por medio de la dirección de Internet "http://proteccionglaciares.com.ar" una campaña para reunir firmas e impedir que los "intereses económicos de explotación minera destruyan el patrimonio de nuestros glaciares".
Para los profesionales, la promulgación de la norma de protección de los glaciares votada por el Congreso "hubiese evitado la destrucción" de los hielos cordilleranos. "La ley es necesaria porque hay intereses para los que la presencia de algunas de estas enormes masas de hielo "estorban". La minería es imprescindible para la vida que conocemos, pero no donde hay glaciares", comentó Affranchino.
El petitorio de adhesiones fue enviado a diputados y senadores nacionales, a quienes los científicos exigieron que aprueben nuevamente la ley 26.418 de protección de glaciares "respetando el mismo texto vetado por el Poder Ejecutivo, de forma que ya no pueda volver a ser vetada". "El mundo se está calentando y los glaciares están retrocediendo. Si aún así, sabiendo lo importantes que son para la vida, no nos ocupamos de protegerlos de intereses inescrupulosos que los pongan en peligro, ¿qué nos queda?", preguntó Affranchino.
Junto al ingeniero químico integran el grupo de especialistas argentinos Ana Julia Lifschitz, licenciada en Oceanografía; María Soledad Luzuriaga, licenciada en Ciencias Ambientales; Eduardo Debiaso, licenciado en Gestión Ambiental; y Pablo Dolber, ingeniero Mecánico.
A estos se suman los colombianos Sebastián Gómez (ingeniero Industrial), Paolo Mena (ingeniero Acuícola) y Camilo Gómez Cardona (licenciado en Ecología, y la peruana Heidy Cañote (ingeniera Zootecnista).
|
|
|