En una actitud que muchos calificaron de demagógica, la presidenta Cristina Fernández recorrió ayer las calles de la ciudad salteña arrasada por el alud. No hizo ningún tipo de anuncio en especial, la jugada fue puramente mediática y apuntó a mostrar a la Presidenta cerca del desastre aunque horas antes había estado en España, en un glamour que le es más cercano.
“El alud complicó una situación de pobreza estructural: mientras en Argentina unos tengan y quieran quedarse con todo y otros no tengan nada, con alud o sin alud van a pasar estas cosas”, dijo Fernández convirtiéndose en una mera relatora de la realidad. En realidad, los Kirchner hace casi seis años que están en el poder y poco hicieron para que evitar la catástrofe. Incluso prometieron obras, luego de un desastre similar ocurrido hace dos años, y prácticamente no se hizo nada.
Los Kirchner tampoco hicieron mucho contra la pobreza estructural, pese a que contaron con cinco años ininterrumpido de crecimiento económico.
La mandataria se desplazó por la zona afectada por el desborde del río en unas camionetas de Gendarmería, acompañada por el gobernador Juan Manuel Urtubey y el ministro del Interior Florencio Randazzo.
“Hay que retirar las casas que están cerca de los causes porque por más que se levanten defensas, el agua las rompe”, dijo Fernández y señaló que la solución “tiene que ser estructural, para que la gente no viva cerca de los cauces”.
Las declaraciones de la Jefa de Estado llamaron la atención. Cristina Fernández culpó a la pobreza estructural cuando hace ya más de cinco años que el Gobierno kircherista controla el país.
Cristina llegó a Tartagal a las 16.30 y tras sobrevolar la zona en helicóptero, empezó la recorrida terrestre en la zona del puente. Ofuscada, arremetió contra la prensa que la rodeaba, mientras intentaba desplazarse, y recién dió declaraciones pasadas las 19.30.
“Le pido a la gente de la prensa que en medio de esta tragedia me dejen pasar para ver”, dijo casi en un grito y pidió que la lleven a ver de cerca el panorama. “Ahora quiero ver una casa”, pidió, tras acercarse al puente derrumbado por el agua.
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