Tras el alud del lunes, Tartagal enfrenta ahora la lucha para evitar la propagación de enfermedades, en especial el dengue y la leptospirosis, dos dolencias que pueden causar la muerte de los afectados.
De hecho, antes del desborde del río, la ciudad salteña ya sufría las consecuencias de esta enfermedad. Alberto Gentile, coordinador del área Epidemiológica de Salud Pública de la provincia, había confirmado la semana pasada un brote, que incluye un enfermo confirmado y, por lo menos, 20 personas en observación. Después del trágico aluvión que inundó la ciudad, se enciende una alarma entre las autoridades para evitar el contagio masivo.
"Estamos en alerta", reconoció en diálogo con lanacion.com el subsecretario de Gestión de Salud local, Alejandro Gravanago, ante la posibilidad de que se multipliquen los casos de dengue.
"La acumulación de agua estancada ayuda a la procreación del mosquito Aedes aegypti . Junto con el agrupamiento de personas en los centros de evacuados, forman el cóctel perfecto para generar un brote epidémico", aseguró Alfredo Seijo, jefe de Zoonosis del Hospital Muñiz, especialista en enfermedad infecciosas transmitidas por animales.
Seijo afirmó que "si la prevención del dengue es difícil en situaciones normales, cuando el mosquito encuentra condiciones favorables es casi imposible evitar su reproducción".
Sin embargo, el médico infectólogo Marcelo del Castillo sostuvo que "si hay prevención, no hay epidemia", por lo que allí residirá la clave para que no prosperen las enfermedades infectocontagiosas.
"En estos casos, hay riesgos de que se genere una epidemia de dengue y de leptospirosis, que es la enfermedad de las inundaciones. Después de la inundación en Santa Fe, se detectaron 1800 casos", dijo Seijo.
Desde el gobierno de Salta, Gravanago confirmó a lanacion.com que por el momento se atendieron casos de leptospirosis.
Esta enfermedad se transmite por el contacto con agua, alimentos o suelos contaminados con orina de animales infectados con leptospiras. Es de fácil contagio, ya que alcanza con que una persona camine descalzo sobre un lugar donde haya esta orina animal para contagiarse, pero puede controlarse con antibióticos. Tiene los mismos síntomas que la gripe, aunque si no es tratada a tiempo puede ocasionar la muerte.
Después del alud. El epidemiólogo Gentile, responsable de la campaña de prevención en Tartagal, reconoció que existe el riesgo de una rápida propagación de enfermedades infectocontagiosas entre los evacuados. "Si no tomáramos acciones en el asunto, todas las personas de Tartagal estarían afectadas", reconoció.
"El aluvión alteró las cosas porque quienes luchaban para controlar el brote, ahora están sacando agua de las calles", explicó Gentile. Sin embargo, cree que el barro que inundó la ciudad beneficia a la prevención del dengue, ya que "tapó muchos terrenos baldíos donde era difícil erradicar al mosquito".
Y describió las tareas del gobierno: "Estamos haciendo un análisis diario de la situación para observar cómo evoluciona el brote, ya que solamente seis días después del alud puede haber novedades".
"La mejor forma de prevenir es asistir a la gente lo más rápido posible. Deben brindarles asistencia médica, lo que implica, entre otras cosas, la distribución de antibióticos. También es importante asegurar el acceso a los servicios sanitarios", concluyó Del Castillo
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