El proyecto está autorizado en la Dirección General de Energía, del Ministerio de Energía y Minas, como Hidroeléctrica Sisimite, a nombre de la empresa Generadora Eléctrica, S. A.
Unas 15 aldeas habitadas por más de ocho mil personas, de Baja Verapaz y Guatemala, se verían afectadas por la construcción de la represa, que cortaría el caudal del río, explicó Julio González, de la asociación Madre Selva.
Posiciones encontradas
Fabio Guriel, de la Unidad de Planificación del citado ministerio, explicó que siempre que se construye un embalse se deja un caudal ecológico del 10 por ciento, lo que González considera insuficiente. “No hay ningún estudio que avale que una décima parte del agua que lleva un río sea suficiente para mantener las condiciones anteriores del lugar”, expresó.
El presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo (Cocode) de San Buenaventura, Felipe Herrera, afirmó que la construcción de una represa implicaría la muerte de la aldea, ya que sus principales fuentes de ingresos son la pesca, la ganadería y la agricultura, que se nutren de la cuenca del Motagua.
Además, la población se encuentra a un kilómetro del lugar donde se proyecta la represa, una zona de actividad sísmica, por la presencia de una falla geológica, lo cual supone un riesgo de desastre natural para sus habitantes, según Herrera.
El 28 de enero recién pasado, pobladores del lugar acudieron al Ministerio de Ambiente para indagar si existía el estudio de impacto ambiental, y la asociación Madre Selva solicitó una copia del mismo, pero por ahora no ha recibido respuesta.
En desacuerdo
Habitantes de San Buenaventura citaron ayer al alcalde de Chuarrancho, Jorge Punay, para manifestarle su desacuerdo con que se haya concedido la licencia para efectuar los estudios preliminares para la hidroeléctrica. Le recriminaron que se hayan dado los permisos sin haber consultado a la población.
Punay les aseguró que no se ejecutará ningún proyecto que perjudique a la comunidad.
Se trató de contactar a los representantes de la empresa Generadora Eléctrica, S. A., pero no fue posible.
Postura
Refutan argumentos
Según Julio González, activista de Madre Selva, prácticamente no sería necesario construir más hidroeléctricas para cubrir las necesidades del país.
Aseguró que el motivo por el que están previstos nuevos proyectos de generación eléctrica es que ésta se comercializa a otros países, debido a interés económicos particulares y de empresas extranjeras.
La hidroeléctrica de Sisimite tendría una potencia de 89 vatios y generaría 224 gigavatios por año. Las previsiones establecen que el muro de la represa mediría 65 metros de altura.
Además, González cuestionó los argumentos de que una hidroeléctrica es fuente de trabajo para la población. “Se contrata a 50 ó 60 obreros para el tiempo que dura la construcción, y después nada”, explicó. Añadió que las centrales son manejadas por unas 10 personas que en lo general no pertenecen a esas comunidades.
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