En su paso por la ciudad de Tartagal, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, entendió que más allá del desastre natural, el norte salteño vive una situación de extrema pobreza.
“El alud pone las cosas a nivel de tragedia, pero la verdadera tragedia es la pobreza estructural”, aseguró.
La presidenta reconoció las diferencias geográficas y sociales en la distribución de la riqueza en la Argentina. "Tartagal produce 23 millones de metros cúbicos de gas pero la gente tiene garrafas porque no están conectados a la red", se lamentó y entendió que "mientras alguna gente tenga todo y otros nada, seguirán pasando estas cosas". Para Fernández, “hay muchos ´tartagales´ en Argentina, demasiados para mi gusto”.
Salvo esas declaraciones formuladas a la agencia Télam, la presidenta evitó dialogar con los medios, a los que le pidió -ofuscada- que le permitieran recorrer la zona afectada y dialogar con la gente.
Fernández llegó a la localidad de Mosconi a media tarde, y de allí partió en helicóptero acompañada por el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey, y el ministro del Interior de la Nación, Florencio Randazzo.
Luego de sobrevolar en helicóptero los alrededoresde la ciudad y evaluar los daños que dejó el alud, aterrizó en el destacamento militar Puesto Cabo Ordoñez y se dirigió en camioneta hacia la ciudad de Tartagal.
Allí, fue aplaudida por la gente que, a los gritos, le agradecía su visita y le solicitaba ayuda urgente.
Embarrada y mojada por la lluvia, Cristina se abrazó con los vecinos que se acercaron a saludarla, escuchó sus reclamos y después acompañó a los técnicos hasta el caído puente ferroviario, donde le explicaron cómo se originó el alud que arrasó con las viviendas.
Luego, pidió entrar a las casas para ver los daños que habían sufrido. Según Télam, ingresó a tres viviendas, al término de lo cual dejó Tartagal.
Aunque no realizó anuncios concretos, explicó que "vamos a retirar las viviendas que están cerca de los cauces, la gente no puede vivir cerca de los cauces" y se comprometió a realizar inversiones en la región.
“Vamos a hacer obra pública en viviendas y vamos a ayudar a la gente que se quedó sin nada”, manifestó.
Una falsa alarma de alud generó caos en Tartagal
Justo antes de llegada de la presidenta Cristina Fernández, una falsa alarma le devolvió el pánico a la ciudad de Tartagal. Cerca de las 14, los policías empezaron a evacuar las viviendas más próximas al Río Tartagal, aduciendo que se avecinaba un nuevo alud.
Un camión de bomberos que se encontraba en el lugar hizo sonar su alarma, y la gente entró en pánico.
La Presidenta en la casa de una familia damnificada.
A las corridas, los tartagalenses tomaban a sus niños de la mano e intentaban alejarse lo antes posible de la zona de riesgo. Se produjeron algunos accidentes entre vehículos que aceleraron la marcha. El descontrol fue tal, que entre la Policía y Gendarmería debieron realizar un cordón para ordenar la evacuación.
Sólo las intervenciones del vicegobernador salteño, Andrés Zottos, y del intendente de Tartagal, Sergio Leavy, lograron que volviera la tranquilidad.
Zottos aclaró que llovía en los cerros, pero que la ciudad no corría riesgos.
En diálogo con Nuevo Diario, el secretario de Gobierno de Tartagal, Roberto Avellaneda dijo que se trató de un “acto de imprudencia o de una operación política para que la presidenta no bajara”, y anticipó que investigarán de dónde salió esa versión.
Sine mabrgo, el subsecretario de Defensa Civil, Gustavo Paul, explicó a Todo Noticias fue él quien le ordenó a la Policía evacuar la zona de manera preventiva, luego de que la empresa Aguas de Salta informara al 911 que estaba lloviendo intensamente en la zona del Dique Itiyuro.
Algunos tartagalenses sospechaban que se trató de una maniobra para despejar la zona ante la llegada de Fernández.
Hallan a 6 y quedan 2 desaparecidos
La Policía provincial halló ayer con vida a 6 de las personas que estaban desaparecidas, por lo que sólo 2 están actualmente en esa condición.
Se trata de una mujer de 75 años y su hija de 59, que aunque no encontraron sus cuerpos, se presume que perdieron la vida en el alud desde el día en que ocurrió el desastre. Es que una familiar de ellas confirmó ayer al canal de cable Video Tar que ambas mujeres fueron arrastradas por el río.
Los evacuados seguían siendo alrededor de 750, en los diferentes centros de evacuación, según confirmó el secretario de Gobierno de Tartagal, Roberto Avellaneda.
Muchas de las familias afectadas volvieron a sus casas para observar en que condiciones habían quedado.
La mayoría de ellos, entre llantos y resignación, observaban como el agua y el barro se había llevado o arruinado sus pertenencias |
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