Los pobladores afectados por el alud que arrasó un sector de la ciudad de Tartagal, en el norte de Salta, comenzaron ayer un lento retorno a sus hogares al cesar el alerta meteorológico que regía para la zona, mientras el gobierno provincial prorrogó la emergencia hídrica en la zona.
Con máquinas viales procuraban despejar las calles de lodo mientras unas 800 personas siguen evacuadas en dos escuelas, en la sede de Cáritas y en la Gendarmería, pero este número varía ya que muchas vuelven a sus hogares para custodiar lo poco que les quedó tras el alud, que dejó unos 10.000 damnificados en esa ciudad, 365 kilómetros al norte de la ciudad de Salta.
"El trabajo es lento pero constante", precisó una fuente de Defensa Civil en uno de los centros donde los camiones descargan la ayuda que llega desde distintos organismos y localidades. "No faltan alimentos ni medicamentos, hay una colaboración activa, hay camiones descargando permanentemente, sobre todo alimentos, ropa y colchones" que distribuye Gendarmería, explicó.
Pese a la llegada de ayuda de todo el país para mitigar la situación, muchos pobladores "viven una sensación de inseguridad ya que temen que les roben las pocas pertenencias que le quedaron en sus casas", aseguraron fuentes de Defensa Civil. Por eso "mucha gente se queda a cuidar lo poco que le queda y no vienen a los centros de evacuación ya que allí se sienten como encerrados", expuso el funcionario.
En tanto, el panorama en las calles del barrio Santa María, junto con Villa Saavedra los más afectados por el alud, era de personas haciendo fila para recibir bidones de agua mineral y las palas mecánicas para remover el barro de las calles, mientras en las esquinas se acumula hasta un metro y medio de barro, ramas, botellas y todo tipo de fragmentos metálicos, y los vecinos, con carretillas, intentan limpiar el lodo de sus casas.
"Aquí la gente viene con mucha tristeza y con estado depresivo, y los médicos dispuestos por la gobernación atienden a los niños, muchos tienen ampollas en las manos y presentan cuadros de diarrea", explicó la directora de una escuela que alberga a evacuados.
Entre el sol y las lluvias
El sol brilló ayer en Tartagal y el buen clima favoreció los trabajos que se realizan allí para la recuperación de la ciudad, tras el devastador paso del lunes de un alud de agua y barro, aunque se anuncian posibles lluvias al menos hasta el lunes.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) cesó ayer en horas de la mañana su alerta por fuertes tormentas para Tartagal y sus alrededores, lo que había generado temores de una nueva crecida del río en esa localidad.
El buen clima llevó alivio a los pobladores de la ciudad, que trabajan noche y día en busca de reponerse del alud y recobrar lentamente su normal ritmo de vida. De todos modos, el SMN pronosticó para hoy "nubosidad variable y probabilidad de lluvias y tormentas" para la tarde, con una temperatura mínima de 22 grados centígrados y una máxima de 32. Así, en tartagal se espera "tiempo inestable y probables precipitaciones", con temperaturas similares, al menos hasta el lunes por la tarde. |
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