Por pedido del Gobierno y como parte del "Operativo Barro", las universidades nacionales de Córdoba, La Plata y Santiago del Estero, el Instituto Nacional del Agua y la Secretaría de Recursos Hídricos de la Nación formarán en las próximas horas un Comité que evaluará en la zona de la catástrofe las causas que provocaron el alud que arrasó con la ciudad salteña de Tartagal.
La investigación apuntará a saber si la tala de árboles y la desforestación influyeron en el fenómeno natural, como denunciaron organizaciones ambientalistas como Greenpeace.
De todos modos, el secretario de Recursos Hídricos de la Nación, Fabián López, se apresuró esta mañana a desestimar la posibilidad de que el desmonte hayan provocado la crecida del río que originó el alud y a contramano de los ecologistas, descartó "categóricamente" que las acciones humanas hayan influido "porque no se observaron deforestaciones, desmontes, ni desvíos del curso del río principal y sus afluentes".
López sobrevoló la zona junto a otros funcionarios provinciales y dijo, en declaraciones radiales, que la catástrofe fue "consecuencia directa de una precipitación con lavado de las laderas".
"Los desplazamientos de estas laderas han provocado el deslizamiento de materiales sólidos, como árboles y piedras que encontró en su camino" explicó y dijo que "si se producen intensas lluvias podría repetirse".
El funcionario realizó tres sobrevuelos sobre la alta cuenca del río Tartagal, para hacer una "evaluación preliminar" de lo ocurrido, hasta tanto arriben los miembros del comité de expertos universitarios.
"La cuenca del Tartagal está conformada por los cursos de agua de los ríos Aguay y Tartagal que concluyen en la transición entre una formación de suelos arcillosos y arenosos y otra serie de características más pétreas y menos erosionables", señaló el funcionario.
"Por las precipitaciones y por las características del terreno se produjeron desprendimientos en las laderas de los cerros, lo que depositó una gran cantidad de sedimentos en el río Tartagal y en el Aguay", continuó.
"Posteriormente esa conjunción de agua, barro y árboles arrancados de cuajo, se depositó en el puente ferroviario que corría paralelamente a la avenida Packman, formando un dique natural que ocasionó el desvío del alud hacia sus márgenes, inundando la mayor parte de la ciudad", concluyó López, sin hacer mención a la tala indiscriminada de árboles que se señala como una de las causantes del alud.
|
|
|