La furia del alud de agua y barro que se desató sobre Tartagal el lunes no terminó: ahora las enfermedades acechan a los pobladores de esa localidad de Salta. Los agentes sanitarios buscan frenar las epidemias latentes en el lodo y comenzaron a vacunar contra la hepatitis A, la fiebre amarilla y el tétanos para prevenir infecciones por cañerías y cloacas rotas o elementos que arrasó el barro y que quedaron desparramados por la ciudad.
El Ministerio de Salud de la provincia informó que se reforzó la vigilancia epidemiológica y que la cantidad de insumos, medicamentos y pastillas potabilizadoras de agua que precisa el Hospital Juan Domingo Perón están a disposición de los pobladores de Tartagal. Su director, Armando Figueroa, admitió: “El agua que se junta hasta en una tapita de gaseosa es preocupante para nosotros y por eso esperamos casos de dengue sin ninguna duda. Pero estamos preparados para afrontarlos pese a que todavía hay viviendas y calles anegadas por el barro”. Médicos y agentes sanitarios van casa por casa a visitar a los enfermos.
El subsecretario de Salud Pública de la provincia, Alejandro Gravango, también reconoció el temor al dengue –Tartagal es zona endémica y sólo en la provincia se registraron doce casos en el último tiempo– y dijo que también mantienen a mano la cantidad de sueros antiofídicos por la presencia de víboras, “que normalmente están en el monte y que ahora por el alud bajaron a la ciudad y se esconden entre las ramas o el barro”. Los agentes sanitarios monitorean la situación de todos los vecinos: “Cada grupo remite a un médico y de ese modo se relevan las novedades, sobre todo para aquellos hombres que limpian las casas y que no tienen puestas vacunas”, dijo el funcionario.
Los damnificados por la tragedia continúan alojados en los centros de evacuados, que se elevaron a seis para “que la gente esté más cómoda”, reconoció un vocero del gobernador Juan Manuel Urtubey. Se trata de 846 personas que almuerzan y cenan, y 560 que duermen en cuatro escuelas, centros de Caritas y Gendarmería. Además, el Ministerio de Educación de Salta resolvió postergar exámenes en las escuelas y evalúa la posibilidad de suspender el comienzo de clases el 2 de marzo.
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