Para el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, la prioridad para afrontar la situación en Tartagal es “garantizar el nivel sanitario” de sus pobladores, teniendo en cuenta la epidemia de dengue que afecta a Bolivia, y para ello, afirmó, la urgencia es obtener agua potable.
Según explicó, el problema de falta de agua se debe a que, al caer el puente ferroviario aprisionó el caño que abastecía agua a toda la zona afectada, por lo cual se hizo un “by pass”, aunque “naturalmente a las zonas más afectadas el agua no puede llegar”.
Urtubey reconoció que en Salta hay regiones que padecen una “situación de abandono crónico desde hace muchísimos años”, principalmente “desde la privatización de YPF y los Ferrocarriles Argentinos”.
El gobernador volvió a negar que el alud ocurrido el lunes se deba a deforestación. “Desde que asumí, hace quince meses, el gobierno de Salta no se habilitó ni una hectárea de desmonte en la cuenca de Tartagal”, aseguró y explicó que en esa zona hay cerros y por lo tanto “es técnicamente imposible llegar allí” para talar árboles.