Mientras los afectados por el alud en Tartagal continúan sacando el lodo de sus casas, ayer hubo una manifestación de piqueteros exigiendo el pago de los trabajos realizados para la emergencia desde el lunes y tuvieron un enfrentamiento con el intendente Sergio Leavy .
Los cruces comenzaron cuando el jefe comunal recriminó la actitud de los manifestantes porque, cuando pidieron sumarse a las tareas, indicaron que llegaban como voluntarios.
La protesta piquetera ya produjo el miércoles pasado un corte de la ruta 34, única vía de acceso habilitada, en reclamo de la liberación de un dirigente. Los pobladores manifestaron su disconformidad con esta metodología, que incluye cobros de peaje.
El otro foco de conflicto en Tartagal fue generado por los anuncios de construcción de viviendas para los afectados. Esto provocó que surgieran denuncias contra un número no determinado de adjudicatarios de las 700 casas edificadas que, luego del desastre del 2006, se quedaron en sus domicilios cerca del río y las alquilaron, vendieron o dejaron a familiares y ahora nuevamente están reclamando un techo.
Alrededor de 300 viviendas de esa obra se levantaron al norte del río con material premoldeado y techo de chapa erigidas en un terreno que ya sufrió anegamientos anteriormente. Los reubicados llegaron de construcciones muy precarias.
Todas cuentan con los servicios mínimos, y se entregaron en forma gratuita, lo que alentó a muchos a querer acceder a este beneficio. Los nuevos damnificados por el alud exigieron que se realice un estricto control para evitar estos excesos y que las unidades habitacionales lleguen a quienes realmente las necesitan.
El ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos provincial, Pablo Kosiner, anunció que se harán las investigaciones pertinentes.
Ayer, los vecinos de Tartagal volvieron a tener problemas con el suministro de agua, por lo que el Regimiento de Infantería de Monte 28 destinó tanques para el aprovisionamiento y Aguas de Salta envió un desobstructor y 40 baños químicos para atender el colapso de las cloacas. Mientras tanto, personal del Ejército se encargó de repartir comida entre los vecinos de los barrios más afectados.
El intendente Leavy cuestionó a la Federación Argentina de Municipios y dijo que renunciará a la entidad: "Porque en una crisis como la que vivimos no tuvo ningún gesto solidario".
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